ste ciclo permite recorrer las distintas regiones de la Argentina, que cuentan con una amplia y diversa oferta en enoturismo.
La secretaria de Turismo de La Pampa, Adriana Romero, introdujo el tema asegurando que en La Pampa “es un activo importantísimo y una forma de promocionarnos y diferenciarnos”.
La funcionaria invitó a un recorrido por las bodegas y viñedos pampeanos ubicados en las márgenes del río Colorado: 25 de Mayo con las bodegas del Desierto; Casa de Piedra con la inversión de Catena Zapata y Familia Cassone; y Gobernador Duval con Lejanía. En otras zonas destacó: Santa Rosa con Quietud; General Acha con Estilo 152; Abramo con Rebelde; y Pichi Huinca con un emprendimiento comunal; en total son 280 hectáreas sembradas de vides en el territorio.
Luego, la directora de Desarrollo de la Oferta Turística, Florencia Stefanazzi, detalló que existen nuevos proyectos en Caleufú, Pichi Huinca y Telén, y remarcó que el enoturismo es “un producto innovador al que es necesario relacionar con otros productos como la gastronomía y las fiestas populares”. También informó que la única bodega que recibe visitas es Quietud, de Santa Rosa.
La localidad norteña tuvo un espacio también a través del referente de Turismo Municipal, Horacio Larregui, quien detalló sobre el emprendimiento municipal, “plantamos 2 hileras de 200 metros en 2016, tres años después cosechamos 370 kg de uva malbec, y conseguimos 350 botellas de vino. Esto tuvo gran impacto por ser el primer vino del norte de La Pampa”.
Entre los proyectos de Pichi Huinca se encuentra la creación de una bodega y una sala de degustación, “nuestra intención es integrar el circuito turístico, la red de municipios turísticos”, concluyó
Enzo Mugnani, enólogo del Ente del Río Colorado, fue el encargado de detallar la actividad vitivinícola que lleva adelante la provincia. “Se ha extendido la vitivinicultura; la zona desértica es ideal para el desarrollo de viñedos. Estamos trabajando en la adaptación de viñedos a otras zonas”, dijo.
Habló del proyecto de un viñedo en Lihuel Calel, “sería el primer viñedo a secano -sin riego-, lo cual ampliaría la base de experiencia en la Argentina, donde casi todos son bajo riego”.
Al detallar las características de nuestros vinos, el enólogo sostuvo que “nos fuimos sorprendiendo con los resultados. Logramos tintos de alta concentración de color, con cuerpo, de gran estructura y con potencial de guarda. Nuestras mejores variedades son el malbec, con tonos de frutos rojos, negros y pimienta; el cabernet franc, redondo en boca; el petit verdot; y el tanat, cepa con la que logramos taninos dulces, redondos y oscuros, bien diferente al tanat uruguayo”.
En cuanto a los vinos blancos, “estamos probando -dijo Mugnani- con el chardonnay y el torrontés riojano, que se da muy bien”.
“Estamos camino de construir la ruta de los vinos pampeanos –aseguró- porque los vinos de La Pampa están a la altura de sus carnes”.