Argentina es el quinto exportador de aceite de oliva

Según transmitieron investigadores de los orígenes de los olivos, los árboles crecían en el Asia Menor en forma boscosa hasta que, a lo largo de los siglos, se fueron diseminando por el Mediterráneo y, con el auge romano, se expandió fuertemente por todo el Imperio.

En Argentina, la producción de aceite de oliva se caracteriza por las condiciones agroclimáticas y la contra estación del hemisferio norte. La mayor producción se concentra en Catamarca, primera provincia en hectáreas implantadas con el 27% del total del país; le siguen La Rioja con el 26%, San Juan con el 24,6% y Mendoza con el 16,8%.

Tal como explicó Francisco Corredoira, presidente de la Asociación Olivícola Catarmarqueña, el aceite se puede hacer con cualquier aceituna, pero hay algunas que tienen un mayor rendimiento y otras que se destinan a la aceituna de mesa porque son más grandes. La producción olivícola de la provincia se divide en 80% de aceituna aceitera y el 20% de aceituna de mesa.

Asimismo, sostuvo que para que sea rentable, las aceitunas deben ser cosechas con máquina; de esta forma, se plantan 350 olivos por hectárea; las plantas son más chicas y manejables. En el sistema tradicional, se plantan 100 por hectárea y son más grandes, lo cual dificulta la presencia de máquinas.

La cosecha va de marzo a julio y comienza con las provincias norteñas que son las más calurosas.

En cuanto a la exportación, la Argentina ocupa el quinto puesto, después de la Unión Europea, Túnez, Siria y Turquía. En los primeros diez meses del año pasado, las exportaciones aumentaron un 193%, siendo los principales destinos Estados Unidos, España y Brasil.