Seis Más Tres, con sello de Fuerte Apache

oda y contención social. Estas dos esferas confluyen armónicamente en Seis Más Tres, un proyecto que propone la confección de bolsas biodegradables en un taller de contención social del barrio Fuerte Apache. La iniciativa cuenta con la colaboración del Municipio de Tres de Febrero y de diferentes personalidades.

Las impulsoras son Luz Muro y Paula Galay, dos amigas que, además de tener un sueño, anhelaban “hacer algo por el otro”. Al gestarse la idea, comenzaron a buscar diversas ONGs, consultando con ministerios y contactando a reconocidas personalidades que colaboraron con su proyecto. “Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, nos escribió y contactamos a Angie. Ella trabaja con nosotros y es la responsable del Departamento de Acción Social de Tres de Febrero”, cuenta Muro.

Meses más tarde, en una biblioteca donde funcionaba un espacio de contención social, crearon un taller de confección de bolsos donde las mujeres del barrio trabajan y aprenden el oficio de la costura.

Las fundadoras se inspiraron en una historia parecida en la ciudad india de Bangladesh, el lugar de donde provienen las telas que utilizan para sus bolsos.

Confección y diseño

Los clientes eligen diferentes tamaños, colores, estampados y la leyenda que prefieran. En cuanto al proceso de confección, la marca enfrenta un gran desafío: las manijas son de cuero de recupero, mientras que la tela que se utiliza para la realización de los bolsos proviene de Bangladesh –no existe arpillera en la Argentina–. Sin embargo, las chicas de Seis Más Tres no se rinden y le encontraron la vuelta a este problema. “Si tardamos en entregar una bolsa, lo único que hacemos en ese proceso, además de dar, es confiar. Nosotros tomamos el pedido y ponemos todo de nuestro bolsillo para que se conforme una rueda y todo gire. Recién cuando el producto está terminado, la pagás y las chicas cobran”, detalla Muro.

En el corto plazo, las creadoras de Seis Más Tres esperan expandir la experiencia y replicar estos talleres en otras provincias del país. “Lo que más me llena a mí de este proyecto –y a Pau sé que también– es que alguien sea tan feliz como somos nosotras y que pueda trabajar de lo que le gusta. Trabajar es un placer y entendemos que esto le puede suceder a cualquiera, no solo a nosotras que fuimos afortunadas”, concluye Muro.