os garbanzos son unas de las legumbres más utilizadas en la actualidad. Portadores de múltiples variedades y beneficios, pueden incorporarse a nuestras comidas de una manera fácil y rica. Algunos consejos para empezar a consumirlos.
Los garbanzos ofrecen todos los beneficios de la familia de las legumbres: energía bajo la forma de carbohidratos y bajo índice glicémico –no aumentan bruscamente nuestra en glicemia–. Además, el consumo de garbanzos mejora la resistencia a la insulina, aumentando la cantidad de transportadores de glucosa en las membranas. Además, funcionan como factor de protección contra enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial.
Si no tenés la costumbre de comer legumbres, hay que empezar a consumirlos en pequeñas cantidades y con frecuencia. Se recomienda ingerirlos varias veces por semana y en días alternos para ir acostumbrando nuestro tubo digestivo. Cada uno de nosotros posee diferentes grados de tolerancia a los distintos alimentos.
Podés incorporarlos a tu dieta en un hummus de garbanzo para tus tostadas en la merienda o sumarlo a ensaladas, wraps o dips en alguna picada.
Los garbanzos cocidos son ideales para ensaladas tibias y frías o para guisos. Para los más pequeños, se pueden agregar en hamburguesas vegetarianas o disfrutar de un fainá casero.