Tal como describió Erica Stacey, directora de INTI-Agroalimentos, un snack es un producto que se comercializa listo para el consumo, se puede comer en diferentes momentos del día, en pequeñas porciones y con la mano; además, una vez que se abre el paquete, se puede cerrar y seguir consumiendo en otro momento.
Dentro del segmento, son variadas las opciones y diversos los ingredientes, por lo cual, según Stacey, no existe una característica nutricional específica, sino que se va adaptando según el producto.
Existen snacks a partir de maíz tostado y salado, como el ofrecido por la empresa productora de granos, Rusticana. También puede agregarse valor al maíz pisingallo a partir de la elaboración de pochoclo; hoy existen varios gustos y marcas en el mercado.
Asimismo, se comercializan semillas de girasol como snack, de diferentes formas: tostadas, saladas, dulces y picantes. Y una gran variedad de semillas y frutos secos, empaquetados con diseño y listos para el consumo.
Estas opciones agregan valor a las semillas y además las vuelven atractivas para el consumo, lo cual fomenta una dieta rica en proteínas vegetales, vitaminas, minerales, calcio, hierro, omega 3, fibras, anti-oxidantes y ácido fólico.