n su campo ubicado a pocos kilómetros de la localidad de General Lamadrid, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, el productor Tiburcio Imaz realiza una producción ganadera de recría pastoril intensiva, con hacienda capitalizada para feedlots.
Este sistema bien manejado le permite producir más de 1.000 kilos de carne por hectárea, sin suplementación, solo con pasto, ya que logra un aprovechamiento del 90%.
Hay que comenzar con una buena semilla, cama de siembra y estrategia de fertilización, y luego encierre con eléctrico.
En el marco del Debate Forrajero 2020 organizado el pasado miércoles 19 de febrero por la firma Biscayart Semillas, en la Sociedad Rural de Pergamino, el productor compartió su experiencia de trabajo y el logro productivo obtenido en el reconocido distrito ganadero.
El productor de General Lamadrid, Tiburcio Imaz, realiza una producción ganadera de recría pastoril intensiva, con hacienda capitalizada para feedlots, que le permite producir más de 1.000 kilos de carne por hectárea.
“Utilizamos pasturas consociadas de gramínea y oleaginosa, en base a alfalfa y festuca, ya que una produce pasto de agosto a mayo, y la otra de abril a octubre”, explicó Imaz.
“Hay que comenzar con una buena semilla, cama de siembra y estrategia de fertilización, colocando 15 kilos de alfalfa, 10 kilos de festuca y 300 kilos de fósforo por hectárea, lo que me permite lograr una carga de entre 10 y 12 animales por hectárea de agosto a marzo”, informó.
Asimismo, el entrevistado manifestó que “realizamos una sencilla estructura con alambrado eléctrico, para poder hacer un encierre de animales, los que se van cambiando por el potrero cuatro veces por día”.
De esta manera, destacó que “la idea es poder producir y cosechar, a través de un pastoreo intensivo, la mayor cantidad de pasto posible, logrando un aprovechamiento del 90%”.
En cuanto a la conformación del plantel de hacienda, el productor de General Lamadrid indicó que “buscamos que el animal sea chico, con buena leche y habilidad materna, y aprovechar el vigor hibrido del ‘careta’ para después ‘echarle’ Shorton y Limousin y producir carne en cantidad y calidad”.
Dijo que, al realizar cuatro cambios diarios de la hacienda en los lotes con el alambrado eléctrico, “uno está permanentemente en contacto y encima de los animales y los puede conocer perfectamente, logrando adelantarnos a los problemas y prevenirlos según el ánimo del animal”.
-¿Le llevan el agua a la parcela?
No, el animal la va a buscar, ya que puede caminar hasta cinco kilómetros sin que afecte el engorde, y además permite redistribuir el bosteo por todo el potrero.
Como se trata de un sistema de recría con hacienda capitalizada que luego termina en un feedlot, “las exigencias de ganancia de peso individual no son tan necesarias, ya que lo que se busca lograr es básicamente un animal con estructura”, dijo Imaz.
Pero al ser una recría pastoril intensiva y ofrecerle a la hacienda pasto como alimento en cantidad y calidad, afirmó que “logramos tan buenos resultados de ganancia de peso como en un sistema de invernada”.
En ese sentido, el entrevistado informó que “tuvimos ganancias de peso mínimas desde 400 gramos hasta más de un kilo, dependiendo del momento del año y la categoría de hacienda, pero en promedio normal son unos 600 gramos diarios”.
De todas maneras, indicó que “la idea a partir de ahora es realizar ciclo completo, por lo que vamos a bajar la carga animal por hectárea para poder realizar reservas en primavera-verano, y así suplantar la falta de pasto en invierno”.
El ABC Rural