Cómo calcular la fertilización fosfatada de alfalfa

En pasturas de alfalfa de la región pampeana, la deficiencia de fósforo restringe la productividad de forraje. Por otro lado, su aplicación innecesaria ocasiona perjuicios económicos y ambientales

Cómo calcular la fertilización fosfatada de alfalfa
miércoles 15 de abril de 2020
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as buenas prácticas de manejo de la fertilización fosfatada de pasturas de alfalfa requieren conocer la demanda de fósforo de las plantas y la oferta del suelo para ajustar la fertilización y definir qué fertilizante es el más conveniente, cuánto hay que aplicar, cuándo y cómo se debe utilizar, y así contribuir a la sostenibilidad de los recursos.

La recuperación de la actividad ganadera en la región pampeana pone a la productividad de las pasturas en el foco de interés. La alfalfa es la leguminosa forrajera más difundida e importante para la producción de carne y leche en la región, debido a las altas producciones de forraje de calidad. Asimismo, posee la valiosa capacidad de fijar nitrógeno (N) –un nutriente esencial para el crecimiento vegetal– a través de la fijación biológica, y desarrolla un profundo sistema radical que le permite utilizar eficientemente el agua disponible y mantener altas tasas de crecimiento estivales.

¿Cómo ajustar la fertilización fosfatada en pasturas de alfalfa? Para determinar la dosis de fósforo (P), se emplea el método de análisis de suelo denominado P-Bray. Trabajos recientes han reanalizado resultados de ensayos de fertilización y a partir de estos datos, se recalibraró el valor umbral (U) de P Bray empleando nuevos procedimientos estadísticos.

El umbral determinado en estos nuevos trabajos es menor al valor que se manejaba años atrás, lo que justifica realizar ajustes en la calibración e interpretación de los niveles de P Bray. La calibración da idea de la probabilidad de respuesta en la producción de alfalfa a la fertilización fosfatada.

Por otra parte, la cantidad de P que será necesario aplicar se puede determinar según dos criterios: suficiencia o construcción y mantenimiento. El primero plantea maximizar la eficiencia agronómica y el retorno de la inversión en fertilizante, mientras que el segundo plantea maximizar el rendimiento e incrementar el valor de P Bray del suelo.

Para el criterio de suficiencia, la dosis surge de considerar el objetivo de producción anual de forraje, el requerimiento de P de las plantas y el contenido de P Bray en el suelo. El momento más adecuado para esto es durante marzo y abril. Para el segundo año y posteriores, las refertilizaciones con SFT deberán realizarse al voleo en dichos meses, y la dosis se deberá determinar en función de un nuevo análisis de P Bray que indique su disponibilidad.

Para el criterio de construcción y mantenimiento, y cuando el P Bray es próximo al valor U, se fertilizará con la cantidad de P suficiente como para reponer el P exportado. Cuando el contenido de P Bray es menor al U, además de reponer el P exportado del sistema se deberá incrementar el contenido de P del suelo como para alcanzar el valor U en alrededor de cuatro años.

En síntesis, las buenas prácticas de manejo permitirán efectuar un uso racional y eficiente de los fertilizantes fosfatados, además de contribuir a la sostenibilidad del recurso suelo y de los sistemas productivos.



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