os precios para la época de cosecha del girasol llegan a los 290 dólares por tonelada. Por eso, en comparación con el costo fluctuante de la soja (US$250), los productores que pueden no dudan en asignarle mayor área al girasol.
“La ventaja comercial del girasol en este ciclo proviene principalmente de la reducción de la cosecha en los tres principales exportadores: Ucrania, Rusia y la Argentina”, comenta Sebastián Olivero, de la corredora StoneX. En el primero esperaban cosechar 18 millones de toneladas, pero las últimas estimaciones cayeron a 16,5. En Rusia, se pasó de 14 a 13 millones. En tanto, en la Argentina se proyectaban cuatro y ahora se estiman 3,5 millones de toneladas.
Para complicar más el panorama, Olivero dice que “los productores de Rusia y Ucrania no venden por la incertidumbre sobre el rinde final; esperan que las cosechadoras ingresen a los lotes para concretar órdenes de venta”.
Las pérdidas en Ucrania y Rusia sumarían por lo menos 3,5 millones de toneladas, lo que representa un impacto fuerte sobre el comercio mundial, que alcanza las 35 millones. Esto provocó una suba importante del precio del aceite de girasol, que se catapultó a más de US$900 por tonelada en las últimas semanas, desde los 700 de principios de año.
De acuerdo con el especialista, se estima un mercado firme para el girasol en los próximos meses, con valores semejantes a los que rigen hoy, “porque las pérdidas de cosecha de los países del Mar Negro son una realidad, y en la Argentina es difícil que se alcance una cosecha abundante”.
No obstante, para quien quiere asegurar precios, Olivero aconseja tomar un forward de US$290 para marzo, “al menos por una parte de la producción esperada”, ya que es “un precio que cierra bien las cuentas del cultivo”.