l fruto de este árbol es bastante conocido por su sabor, pero pocos saben que las hojas también son comestibles y nutritivas. De hecho, concentran compuestos vegetales que han exhibido actividad farmacológica.
En particular, se les atribuye actividad antioxidante, antiinflamatoria, antibacteriana y antitumoral. Inclusive, sus extractos se están usando para la fabricación de tés, suplementos y demás productos complementarios para cuidar la salud.
Existen alrededor de 69 especies de Mangifera; sin embargo, la más conocida en cuanto a medicina natural es la Mangifera indica, cuyas aplicaciones terapéuticas provienen de sistemas médicos ayurvédicos e indígenas.
Si bien de la planta se puede aprovechar el tallo, la corteza, las raíces y la fruta, se cree que sus hojas, en particular, tienen efectos terapéuticos superiores.
Los beneficios de las hojas de mango provienen de su interesante concentración de compuestos vegetales, aportan polifenoles y terpenoides, conocidos por su capacidad para proteger frente a los efectos negativos de los radicales libres.
Estas sustancias, a su vez, tienen efectos positivos en la salud visual y del sistema inmune. Por lo tanto, su consumo reduce el riesgo de enfermedades oculares, infecciones y otras enfermedades crónicas.
Una de las propiedades más destacadas de las hojas de mango es su capacidad antiinflamatoria. Como lo expone un estudio publicado en BioFactors, la mangiferina contiene un polifenol que tiene estructura de C-glicosil xantona, el cual tiene potencial para inhibir el exceso de inflamación.
Se le atribuyen otras actividades biológicas, como capacidad antioxidante, antidiabética, analgésica e inmunomoduladora. A su vez, se cree que contribuye a reducir el riesgo de afecciones cardíacas y neurológicas.
Las hojas de mango no son un producto milagroso para la pérdida de peso, pero incorporarlas en el marco de una dieta saludable y variada puede ayudar a conseguir un peso sano y equilibrado. En ese marco, Estudios han determinado que sus componentes son coadyuvantes en el metabolismo de las grasas.
El extracto de las hojas de mango ayuda a inhibir la acumulación de grasa en las células de los tejidos.
La diabetes es una enfermedad que debe tratarse de acuerdo a las recomendaciones médicas. Por eso, los remedios como las hojas de mango deben usarse solo como complemento del tratamiento. Esta planta, debido a su capacidad para mejorar el metabolismo de las grasas, también tiene un efecto favorable en el control de los niveles de glucosa en la sangre.
En una investigación publicada en Plos One se compararon los efectos del extracto de hoja de mango y la glibenclamida (un medicamento para la diabetes) y se determinó que el grupo que consumió extracto tenía unos niveles ligeramente más bajos de glucosa que el grupo de la glibenclamida, pasadas dos semanas.
Los beneficios de las hojas de mango también se extienden hacia la piel. Debido a su importante concentración de antioxidantes, sus extractos se vinculan a un menor riesgo de envejecimiento prematuro. Incluso, estudios en animales sugieren que este ingrediente ayuda a proteger contra la degradación del colágeno y las agresiones de los rayos UV.
Además, una publicación en Colloids and Surfaces B: Biointerface señala que las propiedades antibacterianas de estas hojas combaten la bacteria Staphylococcus aureus, responsable de varias infecciones cutáneas.
Las hojas de mango son comestibles y se pueden agregar frescas a recetas de ensaladas. No obstante, la forma más común de consumo es mediante la preparación de un té. Para ello, se debe hervir unas 12 hojas de mango en medio litro de agua y una vez alcance su punto de ebullición, se deja reposar hasta que esté apta para su ingesta.
Por otro lado, se pueden encontrar en tiendas naturistas en forma de polvo, extracto o suplementos. El polvo se diluye en agua, tanto para su consumo oral como para su aplicación externa.
En general, se consideran seguras para la mayoría de los adultos sanos. Pero de todas formas, si hay dudas hay que consultar al médico.
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