a oportunidad fue propicia para compartir más de 40 años de trabajo y experiencias, del programa de estas características más grande de Latinoamérica, liderado por la doctora Julia Carreras.
Durante la recorrida por tres campos de los departamentos Ischilín y Cruz del Eje, se puso a conocimiento de la prensa el trabajo conjunto realizado por un equipo interdisciplinario, en pos de crear, mantener, purificar la identidad de cada cultivar y de líneas de garbanzo seleccionadas para sanidad de enfermedades aéreas y radiculares, tolerancia a frío sequía, ciclos cortos y largos, capacidad antioxidante, calidad de grano para comercio exterior y consumo local. Lo mostrado es furto del trabajo de diez años con la firma Granaria, de Vitulo Agro S.A., de Jesús María.
El equipo de investigadores recorrió distintas parcelas, mostrando el rol del mejoramiento genético, es decir las etapas de selección, observación y evaluación y cómo se llega a los distintos cultivares y las etapas posteriores a cargo del semillero. Este es el encargado de generar el volumen de semilla comercial, que se logra a través de los años, para que luego siembre el productor.
La Dra. Julia Carreras, alma máter de este proceso, sostiene que el mejoramiento genético es “arte y ciencia, porque elijo algo bueno, pero tengo que demostrar que eso es bueno y perdura. Si tengo rendimiento y le sumo calidad, le estoy sumando una componente que perdura en el tiempo. Esa es la identidad genética”.
Durante el recorrido se mostraron diferentes parcelas, cada una destinada a una acción diferente: observación, evaluación de resistencia genética, producción de semilla genética, parcelas de semillas pre comerciales y producción de semillas fiscalizadas. También se visitaron distintos campos con diferentes sistemas de riego, en los que se pudo observar los distintos comportamientos de los cultivos.
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