Ecosistemas Agrícolas / Arveja / Valor Agregado en Origen

Cultivo de arveja

El análisis de la producción de arveja incluye la descripción de la preparación del terreno, siembra, riego, abonado, malezas, plagas y enfermedades, cosecha, postcosecha

Cultivo de arveja
sábado 10 de octubre de 2020

Preparación del terreno

La arveja no requiere labores demasiado profundas, pero la tierra debe quedar suelta, bien aireada y mullida. Se deben elegir los lotes altos, bien drenados y de buen escurrimiento. Para ello se llevan a cabo 1 ó 2 labores de vertedera según las necesidades que presente el terreno; posteriormente una pasada de rastra de discos con el que se enterrarán los abonos minerales, otro de cultivador y para finalizar una pasada de rastra de dientes que dejará la capa superficial del suelo formada por pequeños agregados.


Siembra

La arveja es un cultivo de invierno-primavera. Según las regiones puede sembrarse en otoño, prolongándose su ciclo hasta finales de primavera, comienzo del verano. Dado que es una especie que tolera bien las bajas temperaturas invernales, incluyendo las heladas, puede adaptarse el ciclo de cultivo a los requerimientos de nuestra zona.


Las condiciones óptimas para la siembra son las siguientes:

Sistematizar el lote para evitar encharcamientos y problemas con el corte de plantas a cosechar.

Conocer el poder germinativo de la semilla.

Calcular la cantidad de semilla sobre la base de ese poder germinativo, el peso de 1.000 semillas de la variedad a usar y la densidad de plantas/hectárea.

Antes de efectuar la siembra se recomienda recubrir las semillas con una mezcla de insecticida y fungicida, como Piretroides, Diazinon, entre los primeros, y Captán y TMTD entre los segundos. La inoculación artificial de la semilla o de los surcos de siembra es una alternativa a tener en cuenta en los casos en los cuales se detecta que las cepas nativas de Rhizobium no son suficientemente activas. La siembra es directa, a una profundidad de 4-5 centímetros y puede realizarse de forma manual o mecanizada, en ambos casos se realiza a chorrillo y con una densidad de 100-200 kilos/hectárea, según el grosor de las semillas, ya que cuando se trata de semillas pequeñas hay que reducir la cantidad. Las siembras a golpes se realizan separando los golpes en las líneas de 30 a 40 centímetros.

La siembra en general es en forma manual con tres modalidades distintas según las condiciones de cada productor:

Líneas simples distanciadas a 70 centímetros una de otra y siembra a chorrillo sobre la línea.

Dobles líneas apareadas a 25 centímetros y entre éstas caminos de 70 centímetros.

Tablones de 1 metro de ancho con líneas de siembra cada 20 centímetros.

Desde que nacen las plantas hasta que se inicia la floración, cuando las temperaturas son óptimas, suelen transcurrir entre 90 y 140 días, según variedades.


Fecha de siembra

Para nuestra zona es muy variable la fecha de comienzo de las siembras de arveja, ya que depende mucho de la altura de los lotes sobre el nivel del mar y tipos de suelos. Las siembras tempranas corren el riesgo de un mayor período sometidas a heladas tardías y mayor número de camadas de floración afectada. Las tardías, en cambio, dan plantas de menor desarrollo, menos macollado, con pocas camadas de floración y vainas poco desarrolladas por acortamiento del ciclo al elevarse las temperaturas a partir Noviembre – Diciembre.

En la Comarca Andina las fechas óptimas de siembra se encuentran entre 15 de Julio y 1º de Diciembre. Los cultivos de arveja de siembras muy tardías en general son muy propensas al ataque de oidio. En el valle 16 de Octubre la fecha de siembra se encuentran entre septiembre y mediados de noviembre.


Tutorado

En cultivos hortícolas de pequeña extensión es común realizar sistemas de soporte para las plantas, que pueden tener distintas modalidades. El sistema de soporte más común es colocar dos palos en los extremos de las líneas y luego se extiende una doble tirada de hilo de nylon, de forma tal de contener el cultivo de arveja. En caso de haber más de una hilera apareada se sigue el mismo procedimiento y se une en forma de zig-zag los dos laterales de hilo. Si la variedad a utilizar es de baja altura, se puede manejar en forma libre.


Riego

Este cultivo en óptimas condiciones de humedad del suelo necesita pocos riegos. No necesita mucha humedad y los riegos han de ser moderados. Cuando se riega por gravedad, antes de la siembra, es necesario dar un riego para que el suelo tenga humedad suficiente cuando reciba la semilla. Para los cultivos de invierno-primavera se necesitará 3 ó 4 riegos. Como épocas importantes, en cuanto a la necesidad de humedad, hay que considerar la de floración y cuando las vainas están a medio engrosar. En riego por gravedad, después de cada riego pueden aplicarse unos dos gramos por metro cuadrado de nitrógeno, no rebasando en total los 10 gramos. El riego más usado es mediante aspersión.


Abonado

Es un cultivo poco exigente en materia orgánica, pero es muy importante la presencia de fósforo asimilable. Como se trata de una planta de ciclo corto y sistema radicular relativamente superficial esto tiene aún mayor importancia. La simbiosis con Rhizobium debería permitir el cultivo con bajo aporte de nitrógeno, pero la insuficiente presencia de cepas nativas de bacterias y/o su baja capacidad infectiva y de nodulación, se aconseja un aporte de nitrógeno con el abonado de fondo. Cuando la disponibilidad de fósforo en el suelo es menor a 15 ppm (partes por millón), la fertilización fosfatada proporciona incrementos de rendimiento significativos. Del total del fósforo asimilable, el 60 % va hacia el grano, el 25 % hacia el follaje y el resto hacia las vainas. Como recomendaciones para realizar los abonados de fondo se puede utilizar Superfosfato triple de calcio (0-46-0) o fosfato diamónico (18-46-0), en cuyo caso las plantas usarán el nitrógeno en sus primeros estadíos de desarrollo, lo que es conveniente en lotes que vienen de muchos años de agricultura y, sobre todo si están mal barbechados. Es muy común utilizar a este cultivo intercalado en los ciclos de rotación para mejoramiento de suelos y recuperación de la fertilidad.

 

Malezas

En general para grandes lotes, cuando las plantas tienen entre 10 a 15 centímetros de altura, se realiza una pasada de cultivador que deja la tierra mullida y destruye las malezas que hubieran nacido. Según sean las distancias de siembra se puede trabajar con motocultivador o en forma manual con azadas.

También se puede trabajar con distintos tipos de herbicidas.

Las materias activas empleadas contra dicotiledóneas anuales son:

  • Linurón 9 % + Pendimetalina 16 %: 5-7 litros/hectárea
  • Prometrina 20 % +terbutrina 30 %: 2-3 litros/hectárea

Las materias activas empleadas en el cultivo de arveja contra gramíneas anuales son:

  • Cicloxidin 10 %: 1-2,5 litros/hectárea
  • Linurón 9 % + Pendimetalina 16 %: 5-7 litros/hectárea
  • Trialato 40 %: 3-4 litros/hectárea


Plagas y enfermedades

Plagas

No se presentan demasiadas plagas que afecten económicamente al cultivo de arvejas, igualmente se describirán las más importantes.

Polilla de la arveja (Laspeyresia nigricana)

Se trata de una mariposa oscura que pone sus huevos en las hojas de la arveja en floración, a partir del mes de junio. A los pocos días, las jóvenes orugas, penetran en las vainas y se comen el interior de los granos, tirando los residuos al exterior. Al final de su desarrollo, estos gusanos miden alrededor de 13 milímetros de longitud; su cuerpo es blanco amarillento con la cabeza oscura.

Control:

En principio, las variedades tempranas son menos atacadas; por lo tanto la siembra debe realizarse lo más pronto posible.

Destruir las plantas inmediatamente después de la última cosecha, para limitar posteriores fuentes de infección.

Resulta difícil el control químico, ya que las puestas se efectúan durante un largo periodo y el tratamiento debe destruir a las orugas jóvenes antes de que penetren en las vainas.

En el caso de las variedades tardías muy infectadas se recomienda la aplicación de Acefato 75%, presentado como polvo soluble en agua, a una dosis de 150 gramos/100 litros, diez días antes del inicio de la floración.

Pulgón verde (Acyrthosiphon pisum Harris)

Esta plaga afecta a la vegetación del guisante, haciéndola más débil, e incluso a la formación de las vainas. La plaga se presenta se generalmente promediando el ciclo y hasta final del cultivo.

Control:

El procedimiento más eficaz para su control es efectuar tratamientos precoces. Dada la dificultad de llegar al insecto con productos de contacto, por estar muy protegidos por el follaje, es recomendable la utilización de aficidas sistémicos. A continuación se citan las posibles materias activas a utilizar:

  • Cipermetrina 2 % + Metil Pirimifos 25 %: 200-250 gramos/100 litros
  • Dimetoato 37 %: 600-800 cm³/hectárea
  • Permetrina 25 %: 250-300 cm³/hectárea
  • Clorpirifos 48 %: 4-6 litros/hectárea

Sitona (Sitona linetus L.)

Se trata de un escarabajo que roe de una forma muy regular los bordes de las hojas, quedando éstas con un festoneado muy característico; estos daños son producidos por el adulto, pero también las larvas pueden destruir los nódulos radiculares.

Control:

Mediante pulverizaciones del follaje con insecticidas de contacto como Triclorfon, Carbaril, etcétera y en el suelo aplicaciones de insecticidas granulados como Teflutrin 0.5%, a dosis de 10-15 kilos/hectárea.

Trips de la arveja (Kakothrips robustus Uzel)

Su ataque a través de sus picaduras produce deformaciones de las vainas y los foliolos adquieren una tonalidad plateada.

Control:

Tratamientos a base de Dimetoato, Talometrina, u otros, resultan bastante eficaces contra esta plaga.

Enfermedades

Oidio de la arveja (Erysiphe poligoni D. C.)

Las plantas afectadas se cubren con un polvo blanquecino que ocupa el haz de los foliolos y estípulas, e incluso un ataque muy fuerte invade los tallos y vainas; posteriormente aparecen sobre el polvo blanquecino unos puntos de color pardo en los que se encuentran las esporas que mantienen la enfermedad y serán responsables de la propagación de la enfermedad durante la fase favorable a su desarrollo.

Control:

Tratamientos con Bupirimato 25%, presentado como concentrado emulsionable, a dosis de 1-1.5 litros/hectárea.

Antracnosis (Ascochyta pisi Lib.)

Es un hongo que ataca a los tallos, foliolos y vainas, iniciándose la enfermedad con la aparición de unas manchas redondeadas de unos 5 mm de diámetro de color amarillo con los bordes más oscuros; estas manchas pueden ser numerosas y ocupar gran extensión en los órganos atacados por juntarse unas con otras, tomando entonces un aspecto irregular. Las manchas que aparecen sobre las vainas se desarrollan en profundidad y pueden llegar a dañar las semillas. La propagación de esta enfermedad se ve favorecida en primaveras húmedas con temperaturas elevadas, pudiendo ocasionar la muerte de las plantas.

Control:

Los tratamientos han de ser preventivos, iniciándose cuando se presentan las condiciones de humedad y temperatura que favorecen la enfermedad, repitiéndolos por los menos 2 ó 3 veces a intervalos de 10 días.

Se pueden emplear las siguientes materias activas:

  • Captan 50 %: 250-300 gramos/100 litros
  • Folpet 10 %: 20-30 kilos/hectárea
  • Mancozeb10 % + Oxicloruro de cobre 30 %: 300 gramos/100 litros
  • Maneb 80 %: 250 gramos/100 litros

Virus del mosaico de la arveja o Pea Soilborne Mosaic Virus (PSbMV)

Es un virus bastante específico de la arveja, aunque hay cepas que pueden afectar a las habas y las lentejas. Origina en los foliolos una alternancia de zonas claras y oscuras que le confieren el aspecto de mosaico. Las partes afectadas no se desarrollan normalmente y se endurecen, apreciándose también una reducción en la producción. Se transmite principalmente por semillas, aunque también puede difundirse a través de pulgones, de forma no persistente.

Control:

  • Empleo de variedades resistentes.
  • Eliminación de sus áfidos vectores.
  • Documentos de consulta
  • Biotecnología en la agricultura.
  • Control biológico de plagas.


Cosecha

Las épocas de cosecha están ligadas a las fechas de siembra, a las características climáticas de la zona y a la precocidad de la variedad. El momento de la recolección será cuando las vainas estén llenas, pero no dejando que los granos se endurezcan; como indicador se debe controlar que los tegumentos se desprendan fácilmente al presionar los granos y que tanto éstos como las vainas mantengan exteriormente su color verde característico.

Es muy común el cultivo de arveja para su venta en estado fresco a comercios de la zona desde Bariloche a Esquel, ya que es un producto muy apreciado en el público por su estado fresco.

La cosecha es manual y algunos casos en que el cultivo se maneja en forma rastrera se torna algo complicado y costoso. Como valor medio, se puede decir que un cosechero diariamente puede recolectar entre 80 y 100 kilos. El rendimiento promedio para nuestra zona es aproximadamente de 4000 a 7000 kilos/hectárea según las variedades.

En el caso de arvejas destinadas a la industria, es muy importante fijar el punto óptimo de la recolección, que será en cualquier caso mecanizada con el objetivo de realizar una sola pasada y así obtener el máximo rendimiento y calidad del fruto. Para ello se determina la maduración adecuada con el índice tenderométrico, lo cual se realiza con un tenderómetro, aparato que mediante unos índices indica la dureza del grano. En el caso de variedades de grano liso, que se endurecen antes, el índice suele estar en torno a 100. Para las variedades de grano rugoso el índice está alrededor de 125, salvo si son para congelación, en cuyo caso es similar al de grano liso para industria conservera.

En el caso de arvejas de grano, uno de los principales problemas que se presenta en algunas zonas de producción es la deficiencia de las condiciones para realizar la recolección mecanizada. Debido fundamentalmente a las reducidas parcelas dedicadas a este cultivo y al empleo de variedades entutoradas de semienrame y de enrame. En la arveja para rama o tirabeque la recolección necesariamente manual encarece notablemente el costo. La recolección mecanizada se puede realizar con recolectadoras-trilladoras o con cosechadoras integrales.


Postcosecha

Una vez que las vainas  han sido recolectadas se clasifican por tamaño, descartando las vainas deterioradas, y se comercializan frescas en cajones o bolsas rejilla de aproximadamente 12 kilos. Otra alternativa es comercializar los granos frescos en bolsitas de 250 a 500 gramos. La conservación se debe realizar a 1 ºC y 85 % de humedad relativa.


Clasificación

En torno a la clasificación hay que tener en cuenta las características mínimas de calidad para arvejas frescas destinadas al mercado interior. Por ello es que, en todas las categorías, sin perjuicio de las disposiciones particulares previstas para cada una de ellas y de las tolerancias admitidas, las normas de clasificación indican que:

Las vainas deben ser:

  • Desprovistas de humedad exterior anormal.
  • Desprovistas de olor y/o sabor extraños.

Los granos deben de ser:

  • Bien formados.
  • Sanos, es decir, exentos de daños causados por ataques de insectos y/o enfermedades.
  • Normalmente desarrollados.

El estado del producto debe ser tal que se permita:

  • Soportar la manipulación y el transporte.
  • Responder en el lugar de destino a las exigencias comerciales.

 

 

 

Sipan Inta

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