a mora es uno de ellos y en primavera sus frutos están en el punto de maduración ideal para disfrutar de su sabor particular y aprovechar los nutrientes que nos aporta.
Las proporciones de los componentes nutricionales de la mora pueden variar según el tipo y la cantidad de la fruta, además de otros factores que puedan intervenir en la modificación de sus nutrientes, como las características del suelo y el clima.
Es sumamente importante conocer los beneficios para la salud de nuestras frutas silvestres y de estación para consumirlas y aprovechar su fácil acceso y bajo o nulo costo, en el caso de que tengamos la planta.
Son bajas en calorías, 100 gramos de mora aportan solo 43kcal.
Aportan gran cantidad de agua, ayudándonos a hidratar las células del cuerpo junto al consumo de agua pura.
Son buena fuente de fibra; que mejora el tránsito intestinal, ayudan a reducir el colesterol y a regular los valores de glucemia, entre otros beneficios.
Contienen minerales como el potasio, magnesio y calcio: los cuales son necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula, y en la salud ósea.
Aportan numerosas vitaminas como las vitaminas A, C, E, K y el ácido fólico. La vitamina A nos ayuda con nuestra salud ocular, la vitamina C mejora la inmunidad y nos proporciona antioxidantes esenciales, la vitamina E actúa como un antioxidante y combate los radicales libres. La vitamina K interviene en la coagulación sanguínea y el ácido fólico en el desarrollo del sistema nervioso.
Aportan taninos, de acción astringente, cuando todavía no están maduros. Una vez madurado el fruto ya ejerce un efecto laxante, es decir, lo contrario a la propiedad astringente.
Lo que caracteriza a estas frutas es su abundancia de pigmentos naturales (antocianinas y carotenoides) de acción antioxidante. Es decir, que neutralizan la acción de los radicales libres que son nocivos para el organismo. Estas propiedades pueden dar lugar a efectos fisiológicos muy diversos; efectos antiinflamatorios y acción antibacteriana, entre otros. La ingesta dietética de estas sustancias potencia nuestro sistema inmunológico o de defensas del organismo y contribuye a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares e incluso del cáncer.
La mora es una fruta ideal para aprovecharla en primavera, a través del consumo de su fruto fresco solo o en preparaciones como mermeladas caseras, tartas, licuados, con yogur, en ensalada de frutas, en postres como budines, helados, cheesecake, muffins, galletitas, etc.
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