or lo general se entiende que una higuera comienza a tener una producción de higos completa a partir de los 8-10 años. Aunque podrás comenzar a catar tus propios higos bastante antes, sobre los 4-6 años más o menos la higuera ya tendrá frutos, no muchos, pero suficientes para satisfacer tu ansiedad. La higuera es un árbol cien por cien mediterráneo pero como pierde la hoja en otoño y su actividad se ralentiza mucho durante el invierno puede soportar heladas importantes. Puede tolerar temperaturas de hasta -20ºC.
Las higueras se clasifican en dos grandes grupos, las llamadas higueras comunes y las bíferas o reflorecientes. Las primeras sólo producen una cosecha a finales del verano o comienzos del otoño. En cambio las bíferas tienen dos cosechas, la primera es a finales de la primavera o principio del verano y la segunda cosecha en la misma época que las higueras comunes. Los higos de la primera cosecha reciben el nombre de brevas y son más grandes que los de la segunda cosecha. Las brevas se forman sobre la madera vieja del año anterior y los higos sobre las ramas nuevas de la temporada.
Hay muchas variedades de higueras y lo más seguro es acudir a un centro de horticultura de nuestra zona para que nos aconsejen qué variedades funcionan mejor donde vivimos. De todos modos veamos algunas de las más comunes:
La forma más sencilla y segura de conseguir tener una higuera en nuestro patio o terraza es comprar un plantón en un vivero. La higuera se puede reproducir por acodo o por esqueje. El acodo puede ser terrestre o aéreo y es tal vez la mejor forma de propagar una higuera. También podemos intentar el esqueje aunque nos da menos garantías de éxito. Se toma un esqueje a finales del invierno o principios de la primavera de madera del año anterior. Su longitud debe ser de entre 8 y 25 cm. Clavamos el esqueje en una maceta con sustrato y la recubrimos con un plástico transparente. La mantendremos en un lugar cálido, unos 21ºC es lo ideal, y sólo regaremos cuando el sustrato esté ligeramente seco. El esqueje estará listo para su transplante en el otoño siguiente.
Los ácaros, la mosca blanca y los áfidos son las principales plagas que suelen atacar a las higueras. Durante la época de crecimiento deben recibir al menos 8 horas de sol directo. Las higueras no necesitan mucha fertilización, aplicaremos un abonado ligero al comienzo de la temporada de crecimiento con un fertilizante rico en potasio y fósforo. Así mismo cada temporada, antes de que salgan las hojas, y durante los primeros 4 años de vida cambiaremos la higuera de maceta. A partir del 4º año y cuando tenga una maceta de unos 90 cm de diámetro ya no hará falta cambiarla de maceta. Bastará con renovar el sustrato al comienzo igualmente de cada temporada y recortar sus raíces.
Guía de Jardinería