México implementará tecnología para detonar agricultura nacional

a Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) compartió en su portal de Internet que hará uso de tecnologías modernas y el apoyo de la comunidad científica de México para detonar la industria agrícola del país, para lo cual se presentó un instrumento con diversas iniciativas en el Diario Oficial de la Federal (DOF).

El nuevo esquema tecnológico incluye la vinculación del conocimiento y las tecnologías con este segmento industrial como un elemento medular de la estrategia, especialmente para fortalecer a los de menor escala, por lo que “será el detonante de una agricultura más productiva y competitiva, y consolidará la estrategia de fortalecer la autosuficiencia y seguridad alimentaria en el país”, según expresó Víctor Villalobos Arámbula, titular de esta dependencia.

El anuncio fue compartido durante la conmemoración del 35 Aniversario del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), donde además las autoridades reconocieron la importancia del personal especializado y de los investigadores que participarán en el sector para alcanzar los objetivos esperados.

En este esquema multilateral, Luis Ángel Rodríguez del Bosque, director del Inifap, aplaudió la iniciativa y subrayó que el compromiso general será intensificar los trabajos para dar prontos resultados en la producción de alimentos, siendo los más prioritarios los granos, frutas, hortalizas y proteína animal, seguido del cuidado y sostenimiento de las especies forestales para garantizar un mejor futuro para las próximas generaciones.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) anunció un esquema de tecnología como iniciativa para detonar la producción alimentaria en México.

Esta apuesta aparece como una respuesta a la necesidad del sector y la creciente demanda de alimentos de los últimos años, pues de acuerdo al documento publicado por el DOF, la producción nacional de alimentos tuvo una caída significativa entre 2013 y 2018, pasando del 82.8% al 77.8%, lo que demuestra los signos de alarma del segmento.

Considerando productos agrícolas, pecuarios y acuícola pesqueros, la participación de la producción nacional, en el consumo nacional de alimentos tuvo una caída significativa entre 2013 y 2018, pasó de 82.8% a 77.8%.

“A fin de revertir esta tendencia se establece como meta para 2024 alcanzar el 86% de participación, para evitar seguir dependiendo de la importación de grandes cantidades de alimentos básicos, poder satisfacer las necesidades alimentarias de la población, y alcanzar la autosuficiencia en maíz, frijol y arroz enunciados en el PND 2019-2024”, menciona el documento del DOF.

Para llevar a cabo el proyecto, se procurará apoyarse de por lo menos 900 investigadores de alto nivel científico de diferentes especialidades, y se dispondrán de 6 centros nacional, 8 centros regionales, 77 campos y sitios experimentales, 42 laboratorios y 67 bancos de germoplasma, entre los que también se encuentran organismos dedicados a la investigación y desarrollo de tecnología como robótica, sistemas de software y automatización.

El conocimiento será otro factor predominante en esta iniciativa y se contará con 900 científicos de alto nivel de todas las áreas y decenas de centros de investigación e instituciones especializadas para el desarrollo de soluciones.

 “Aumentar la producción de manera sostenible y sustentable de alimentos es fundamental para lograr la autosuficiencia alimentaria, y para atender la creciente demanda de alimentos de una población en expansión”, puntualiza el documento del DOF.

Finalmente, en datos de la Sader, se estima que la población en México alcanzará los 138.1 millones de habitantes para el 2030, y 148.2 millones para el 2050. La demanda de alimentos se incrementará también en razón de la reducción de los indicadores de la pobreza nacional y los hábitos de consumo.

Considerando los datos anteriores, en diez años se requerirá 14% más de los alimentos para satisfacer a la población nacional y la tecnología ha sido definida como una de las herramientas más efectivas para prevenir una futura crisis alimentaria.

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