l cultivo de las alcaparras se presenta hoy como una opción óptima y segura,si de rentabilidad se habla, ya que se adapta a diferentes tipos de climas y suelos, además de ser un cultivo intensivo cuya demanda crece mundialmente. Uno de sus beneficios a nivel producción es que la variedad AR1 al ser arbustiva y sin espinas, presenta características que facilitan la tarea de la cosecha manual y no necesita de maquinarias especiales.
En ese marco, un grupo de jóvenes profesionales dieron vida a un proyecto de producción primaria y agregado de valor de alcaparras que está concebido bajo el esquema que se llama de triple impacto: Social, Ambiental y Económico. Así es como en el año 2018 nació Vanguardia Agroindustrial SAS, que posee una finca ubicada en la localidad de la Aurora, provincia de Santiago del Estero, a unos 40 km al norte de la ciudad Capital de la Provincia.
En cuanto al proceso de plantación y cosecha de alcaparras, dividen la producción primaria en 4 etapas sobre 15 hectáreas cada una. Teniendo en cuenta que cada una de estas etapas contempla la plantación de 50.000 plantas,la proyección a cuatro años y sobre una superficie total de 60 es de 200.000 plantas.
Sobre el costo de los plantines, el productor Eugenio Bonelli, uno de los socios del proyecto, comenta que “cada planta cuesta entre 7 y 10 dólares, incluyendo gastos de campo y plantación. Y que en cada hectárea pueden plantarse entre 2500 y 3200 plantas.”
Eugenio refiere que Vanguardia Agroindustrial proyecta por planta, una producción de 10 kilos luego de 5 años y agrega que, “si se considera que la vida útil puede ser de 80 años y que por hectárea pueden obtenerse hasta 32000 kilos de producción, el negocio resulta interesante.”
La alcaparra se caracteriza por la resistencia a climas áridos y semiáridos, y además por ser resistentes a la sequía y las altas temperaturas.
En cuanto a las necesidades hídricas se realiza prácticamente un riego diario de 2 litros por hora durante los meses de calor de los dos primeros años.
Sobre la recolección, Bonelli asegura que “al tener una variedad seleccionada que es arbustiva y sin espinas presenta características que facilitan la tarea de la cosecha, que sigue siendo manual”. Sin embargo, en el marco del Plan de innovación y desarrollo (I+D) y con el objetivo de optimizar y aumentar la producción, desde Vanguardia Agroindustrial se encuentran desarrollando un prototipo de recolección semiautomático, lo que sin duda bajará los costos de cosecha.
En cuanto a la etapa pos-cosecha, Bonelli comenta que luego “van a la zaranda donde se separa por calibre y luego a los tachos con sal unos 45 días con un movimiento permanente y por último a la salmuera.”
Fieles a sus valores, con la mirada y actitud puestas en el trabajo y la producción colaborativa, los socios de Vanguardia SAS cada día se comprometen con ser parte del presente y la realidad donde se encuentra la finca. Así es como estos jóvenes profesionales trabajan junto a la Fundación La Aurorita, ONG que contribuye, a través de diversas acciones colaborativas y programas de emprendedurismo y padrinazgo, a que cada integrante y vecino de La Aurora mejore su calidad de vida. Junto a Fundación La Aurorita la misión es compartir y transmitir este ADN y espíritu emprendedor con el propósito de que, en un futuro, cada habitante de La Aurora tenga herramientas para transformar su realidad, su presente y futuro.
Mitre y el campo