naliza y cuantifica un tema central en la ecología de los pastizales naturales en los que se desarrolla la ganadería ovina extensiva de Santa Cruz. El trabajo fue liderado por Cintia Schenkel, investigadora del INTA EEA Santa Cruz, en el marco de su tesis doctoral.
Se construyó un túnel de viento portátil para someter parcelas experimentales a un flujo de viento controlado.
La Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz publicó una investigación sobre “La erosión eólica del suelo y su influencia en la dinámica de la vegetación de la Estepa Magallánica Seca” que analiza y cuantifica un tema central en la ecología de los pastizales naturales en los que se desarrolla la ganadería ovina extensiva de la provincia de Santa Cruz.
El trabajo fue liderado por Cintia Schenkel, investigadora del INTA EEA Santa Cruz, en el marco de su tesis doctoral de la Universidad de Buenos Aires. La Dra Schenkel preparó mapas de suelos y vegetación de esta importante región ecológica, en los cuales buscó evidencias del efecto de la erosión en los pastizales. Además instaló colectores de sedimentos que arrastra el viento. Con la ayuda de sus colegas del grupo de Recursos Naturales y Producción Animal del INTA Santa Cruz construyó un túnel de viento portátil para someter parcelas experimentales a un flujo de viento controlado.
La autora recalcó que “los resultados del trabajo son muy importantes porque existen muy pocas mediciones a campo de las tasas de pérdida de suelo en pastizales naturales y en general, se desconoce la dinámica del proceso erosivo”.
La tesis doctoral concluye que los suelos de la Estepa Magallánica son altamente susceptibles a erosionarse. En el trabajo se preparó un mapa que muestra los distintos tipos de suelos que tienen una tendencia a producir distintas comunidades vegetales.
La cartografía de la vegetación generada en el marco de la investigación muestra que el 40% de los coironales, una cubierta vegetal que se basa en un estrato de pastos medianos que dependen de una capa superficial (horizonte A) de textura arenosa y rico en materia orgánica, que es muy susceptible a la erosión.
Con respecto al impacto del viento, los colectores en campos pastoreados recogieron muy pocos sedimentos, ya que la vegetación protege la superficie del suelo. Sin embargo, si esta cubierta se remueve como se hizo en un área experimental, se movilizan toneladas de suelo por hectárea. Uno de los resultados más interesantes de los experimentos desarrollados con el túnel de viento indica que los coironales no disturbados pueden capturar más sedimentos de los que pierden, con lo cual un campo bien manejado puede acumular sedimentos ricos en nutrientes que pierden los campos vecinos. Esto destaca la importancia de mantener la vegetación para controlar la erosión y estimular la recaptura de sedimentos en estos sistemas que dependen de una capa superficial del suelo fácilmente erosionable.
El trabajo se realizó en la Estepa Magallánica Seca (sur de Santa Cruz), y en la Estancia Moy Aike Chico se realizaron mediciones de erosión eólica a campo, en “Parcelas de erosión” y simulaciones de viento con un Túnel de viento portátil, creado especialmente. Estas mediciones se realizaron en espacios con distintos niveles de carga ganadera.
En el trabajo se hicieron 44 estudios completos del perfil del suelo y más de un centenar de censos de vegetación y se preparó un mapa detallado de suelos y comunidades vegetales de la Estepa Magallánica, una región del sur de Santa Cruz que abarca más de un millón de hectáreas y es una de las más productivas desde el punto de vista ganadero y de mayor biodiversidad. A partir de esta información se preparó un nuevo Modelo de Estados y Transiciones de la vegetación, que es una forma de plantear explicar los cambios que ha tenido la vegetación de acuerdo al suelo y a la historia de pastoreo.
Schenkel recalcó que “a pesar de la gran importancia que tiene la erosión eólica no se habían realizado en la región estudios experimentales para determinar si el pastoreo la estimula o modifica, dado que esto requiere un complejo túnel que permite generar un flujo de viento controlado y medir su intensidad a distintas alturas”.
La investigadora subrayó que “el trabajo para la Tesis ha finalizado y resta realizar las publicaciones internacionales de los resultados obtenidos, ya que las experiencias en mediciones de erosión eólica a campo son muy escasas en los sistemas áridos y semiáridos”.
Del trabajo participaron Juan Cruz Colazzo (EEA INTA San Luis), Mario Rostagno (CENPAT), Mario Castiglioni (FAUBA – UBA), Omar Andreolli (La Pampa), Juan Bahamonde (UNLP) y Gabriel Oliva , Juan Carlos Kofalt, Gervasio Humano, Paula Paredes, Eugenia Vivar, Daniel Barria, Guillermo Clifton, y Rodrigo Gallardo (EEA Santa Cruz).
Inta Santa Cruz