unque se trata de una planta oriunda de climas del norte de Europa y Asia, plantar frambuesas en nuestras temperaturas es posible ya que está más que aclimatada a nuestras latitudes. Y, aunque podemos hacerlo a partir de semillas, es más que recomendable que optemos por un acodo o, incluso mejor, por una planta joven. Si elegimos esta última opción, el crecimiento de la planta será más rápido y, por tanto, podremos recoger antes sus frutos.
Una elección que ya es de carácter personal pero que, en cualquier caso, debe hacerse con algunas pautas fundamentales para plantar frambuesas.
Aunque es una planta rústica que no exige muchos cuidados una vez ha arraigado, para que la frambuesa prospere hemos de prestar especial atención al momento del plantado. Algo que definirá tanto su buena salud como su crecimiento; pero que, sobre todo, será clave para poder recolectar sus frutos.
Cuándo plantar frambuesas y en qué tipo de climas: Como comentábamos antes, la planta de la frambuesa es oriunda de climas fríos por lo que las bajas temperaturas no son un enemigo para ellas. A pesar de sus altas necesidades de luz, en líneas generales no es la planta más idónea para climas templados. Y decimos esto porque, si vivimos en un lugar que reúna estas condiciones y encontramos en nuestro vivero una planta de frambuesa, podemos arriesgarnos a plantarla sin ningún tipo de problema: ya estará aclimatada y podrá arraigar para crecer.
A la hora de plantar frambuesas, el momento idóneo es a mediados del invierno. Una época en la que el frío sigue estando presente pero comienza a desaparecer de manera paulatina. Si optamos por hacerlo en esta época del año, desde mediados de febrero hasta mediados de marzo, podremos ver la planta brotar y crecer durante la primavera.
Elegir la ubicación adecuada: A pesar de ser resistente a las bajas temperaturas, a la hora de plantar frambuesas tendremos que elegir un lugar soleado. Para que sus frutos puedan prosperar, la planta tendrá que estar expuesta diariamente a entre ocho y diez horas de sol directo. Es precisamente gracias a esto como las frambuesas mejorar su tamaño, sabor y jugosidad.
Por otro lado, es importante también plantar frambuesas en un lugar protegido de vientos intensos. Dado que este arbusto se caracteriza por sus muchas ramificaciones, de estar expuesto al viento puede quebrarse y arruinar nuestra cosecha.
Añadido, es vital que el lugar que elijamos para plantar frambuesas goce de un buen drenaje porque, a pesar de que necesita la humedad en el sustrato, es una planta enemiga del encharcamiento. Por esta razón, podemos plantearnos incluso plantarlas en lugares inclinados: gracias a esta pequeña pendiente del terreno, desaguará mejor el exceso de riego.
Por último, tendremos que elegir un emplazamiento que permita crecer a sus anchas a la planta de frambuesa. Hay que tener en cuenta que es una planta que podría catalogarse de invasiva por su gran crecimiento de hijuelos que multiplican la planta, por lo que lo ideal es plantarla en un espacio en el que pueda desarrollarse a lo ancho sin dañar lo que tenga a su alrededor.
Opta por un sustrato rico: Uno de los aspectos vitales para las frambuesas es el suelo en el que estén plantadas, ya que de él dependerá que dé sus frutos correctamente. Una razón de peso para que optemos por proveer a la planta de un sustrato suelto, que evite que el agua se encharque; con un pH neutro o ligeramente ácido, pero con una máxima fundamental: que sea rico en materia orgánica.
Para plantar frambuesas, lo ideal es que optemos por un sustrato con una presencia mínima de arena enriquecido gracias a la mezcla con humus de lombriz. Un tándem perfecto para eliminar agua sin perder nutrientes ni ese grado de humedad que necesita.
Pero más allá de estas características específicas del suelo, hay que contemplar otro aspecto casi tan importante: dónde no debemos plantar frambuesas.
Empecemos por un espacio que tendremos que descartar: nunca debemos plantar frambuesas en un suelo que haya sido utilizado para cultivos de plantas solanáceas o moras en los últimos cinco años. Este tiempo es vital, ya que es el que tardan en morir algunas esporas de hongos y otros virus vegetales procedentes de este tipo de cultivos, entre los que se cuentan las patatas o los tomates. De aprovechar este espacio de siembra antes de ese tiempo de descanso, lo más normal será que la planta de frambuesa enferme y muera.
Tampoco debemos plantar frambuesas en lugares en los que haya maleza perenne. La planta de la frambuesa, por sus características de crecimiento de la planta y de sus frutos, no puede encontrarse plantada en un lugar en el que pueda competir con otras plantas por los recursos hídricos. En caso de que el espacio del que dispongamos para plantar frambuesas tenga este tipo de malas hierbas, lo ideal no es solo cavar la tierra para arrancarlas sino complementar este gesto con un herbicida orgánico. Un producto que, por su origen natural, no supondrá ningún problema para nuestra cosecha de frambuesas.
Prepara correctamente el hoyo de plantado: Si optamos por una planta joven, la profundidad ideal para plantar frambuesas es medio metro con respecto a la superficie. Un espacio idóneo para que tanto el cepellón de las raíces como una parte del tallo principal queden bien cubiertos con la tierra, un gesto que les dará una mayor sujeción.
Pero incluso antes de plantar frambuesas, ese espacio debe recibir ciertos mimos. Lo ideal es que previo al plantado aprovechemos para abonar el terreno utilizando un producto específico para frutos rojos. De esta forma, estaremos enriqueciendo de nutrientes el espacio del que se alimentará una planta que cuenta con una demanda alta, sobre todo para poder dar frutos.
Planificar un sistema de tutores: La planta de la frambuesa no deja de ser un arbusto que, en condiciones naturales, crece de manera salvaje. Un aspecto que marca en gran medida el carácter de la planta y su naturaleza, ya que no solo tiene un profuso no solo a lo ancho como acabamos de comentar sino también en altura. La planta de la frambuesa suele tener una envergadura media de metro y medio, aunque puede incluso superar esta altura.
Por esta razón, es imprescindible que en el momento de plantar frambuesas planifiquemos también un aspecto fundamental: el sistema de sujeción para la planta. Cuando comience a crecer, sus ramas se doblarán con el peso. Para ayudarla a mantener la verticalidad, primero tendremos que plantear un sistema de tutores y, cuando la planta sea más adulta y más grande, utilizar incluso una espaldera.
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