n el marco de la pandemia de coronavirus, miles de tripulantes esperan su regreso de alta mar. Ante las restricciones para desembarcar o ser reemplazados, organizaciones internacionales trabajan contrarreloj para garantizar su integridad. Las acciones propuestas para evitar un eventual desabastecimiento a nivel mundial.
El impacto del coronavirus llegó a los mares: marinos mercantes varados, buques cancelados ante la reducción del comercio, puertos cerrados o con operaciones parciales son algunos de los efectos negativos del Covid-19.
Con el objetivo de frenar la expansión del virus, numerosos países adoptaron restricciones a los viajes y a los desplazamientos personales. Indefectiblemente, estas decisiones han provocado una crisis, dejando a la gente de mar a la deriva, sin salario ni retorno a sus hogares. “El sector marítimo enfrenta dificultades para llevar a cabo los cambios de tripulación, proporcionar atención médica a tripulantes enfermos y gestionar permisos para bajar a tierra”, explica Kitack Lim, secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI).
Ante esta situación, el organismo trabaja las 24 hs con sindicatos, gobiernos y organismos de las Naciones Unidas para encontrar soluciones urgentes. “Todos nosotros en la OMI comprendemos los desafíos a los que se enfrentan. A todos los marinos, mi mensaje es fuerte y claro: no están solos, los estamos escuchando”, expresó Lim.
En una declaración conjunta junto a la Organización Mundial de Aduanas (OMA), la OMI advirtió sobre las consecuencias que acarrea el cierre de puertos y fronteras. Según ambos organismos, las restricciones podrían interrumpir la ayuda y el apoyo técnico necesario para combatir la pandemia. A esto se suma la preocupación por garantizar la facilitación continua de la cadena de suministro mundial. “Es fundamental que las administraciones de aduanas y las autoridades de los Estados Portuarios continúen facilitando el movimiento transfronterizo de suministros y equipos médicos vitales y de productos agrícolas esenciales, entre otros bienes”, indica el comunicado.
La declaración conjunta finaliza instando a todos los gobiernos a designar a los marinos profesionales y al personal marítimo como “trabajadores claves” que prestan un servicio esencial durante esta crisis sanitaria global.