esulta importante la provisión de agua, considerando el requerimiento del animal, principalmente en zonas geográficas hostiles. Para ello, se considera la instalación de aguadas y tajamares artificiales que sirvan como fuente del vital líquido.
Para conocer la potabilidad del agua, hay que realizar un análisis químico, a fin de asegurar para los animales un líquido sin bacterias que puedan afectarlos. Es fundamental realizar esta tarea para evitar riesgos en la producción o pérdidas de cabezas de ganado.
El tamaño del tajamar debe calcularse de acuerdo con las unidades ganaderas que se tienen en el establecimiento. Para su instalación, puede elegirse un cauce natural sin afectar los lechos de agua. Es importante que los tajamares así como el tanque se instalen en lugares estratégicos, con lo que podrían abastecerse hasta dos potreros y regar un área de pastura cultivada. La distribución se efectúa por medio de cañerías que llegan a los bebederos. Asimismo, se adecuan al programa de formación de las pasturas a las que se quiere llegar. Hay que calcular la profundidad por medio de sondeos de suelo. En el caso de tener filtración de agua salada, apenas se podrá llegar a los dos metros de profundidad. Igualmente, se pueden hacer dos tajamares grandes como reservorio y una represa, de manera de profundizar más el área y lograr el almacenaje de mayor cantidad de agua.
La altura del tanque australiano es de aproximadamente seis metros. Se opta por esta altura si la distancia a la que llegará el agua es lejana, por lo que se necesitará presión. El sistema cuenta con un punto de salida donde se coloca un registro de distribución construido totalmente de material. Se precisará la colocación de uniones en los destinos donde llegará el agua. Debe también contar con una llave de paso general y otras llaves en las diferentes aguadas, con el objetivo de realizar los mantenimientos oportunos a cada bebedero.
ABC Rural