Estancia Las Quinas: un referente de los dulces orgánicos

En tiempos en los que la stevia aparece como una alternativa natural para endulzar y sustituir al azúcar, la miel, sana y rica en beneficios para el organismo, también se posiciona como opción a tener en cuenta. En los últimos siete años, la producida por la empresa argentina Estancia Las Quinas recibió tres galardones internacionales, que la posicionaron como todo un referente en el sector a nivel mundial.

La Estancia Las Quinas nació en 2003 con la idea de brindar a un precio accesible productos naturales, saludables y de alta calidad, que además sean aptos para celíacos y diabéticos. En su planta principal, que está ubicada en General Las Heras, provincia de Buenos Aires, se fabrican mieles, mermeladas y dulce de leche, con o sin azúcar agregada, que se exportan a distintos puntos del mundo como Estados Unidos, Europa o Japón.

Todo lo que se comercializa tiene sello de Certificación Orgánica, legitimación que le fue doblemente otorgada en 2006: primero en la Argentina, por la Organización Internacional Agropecuaria (OIA), y luego por la entidad Bio-Siegel, de Alemania. En 2008, asimismo, consiguió la nominación Libre de Gluten de la Administración Ncional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

“Nuestra planta cuenta con varias medidas que aseguran la inocuidad, incluyendo capacitaciones para el personal y una higiene estricta. Cada seis meses se auditan los procesos”, aseguró Ricardo Parra, dueño y fundador de este emprendimiento.

Según Parra, quien también es presidente del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO), la idea es llegar a la mayor cantidad posible de consumidores, a través de una alimentación saludable que cuide el medioambiente. “Cuando una persona compra nuestra miel, no solo compra un alimento natural, sino que además colabora con las tareas que desempeñan las abejas y la conservación de las colmenas, ya que ellas se encuentran en lugares libres de agrotóxicos y sin transgénicos, donde la polonización se da de manera natural”, sostuvo.

Entre los logros obtenidos por la miel de Estancia Las Quinas, se encuentra el Premio Internacional BioMiel a la mejor miel orgánica certificada del mundo, conseguido en 2011. A su vez, en 2016 ganó el Premio del Instituto Internacional de Sabor y Calidad (ITQI, por sus siglas en inglés), organización mundial que se ocupa de probar y promover productos de “sabor superior”, cuya sede se encuentra en Bruselas (Bélgica), mientras que recientemente, en 2017, se alzó con el premio a la mejor miel orgánica sin trigo, avena, cebada y centeno (TACC) de la Asociación Profesionales de la Salud y Alimentos (APSAL). En 2018, la compañía fue categorizada como una de las mejores Empresas B del planeta, por su aporte al cuidado del medioambiente.

Su dulce de leche tampoco se queda atrás y recibió las siguientes distinciones: Premio al dulce de leche de La Rural (2013) y Premio de la Asociación de Chefs de Europa al lácteo innovador sin azúcar (2017). Por su parte, este año la mermelada se hizo con el Premio APSAL a la mejor versión orgánica sin azúcar.

Cuando entre 2004 y 2010 en la Argentina aún no eran tan recurrentes los festivales de alimentos gourmet, Estancia Las Quinas ya había participado de varias propuestas alrededor del mundo. “En 2004 integramos el grupo exportador Geah, con el que estuvimos cuatro años en ferias internacionales de alimentos en Nueva York, Londres, Emiratos Árabes Unidos, París, Alemania y Japón. En ese tiempo, existían en nuestro país algunas ferias de productos regionales, pero no gourmet”, reconoció Parra, quien a su vez indicó que el auge de estas convocatorias a nivel local, les sirve para estar en contacto con sus clientes, y para lanzar y testear nuevos productos.

“Trabajé en la parte financiera de una multinacional hasta que un día hice click. Después de estar un tiempo expatriado y viajar mucho, decidí montar una planta de elaboración en la Argentina, con maquinaria de última generación. El sueño se hizo realidad: hoy Estancia Las Quinas cuenta con más de 1.200 colmenas que aseguran la integración vertical. Fue una decisión de vida más que un giro laboral. En 2017 promediamos los 25.000 envases comercializados por mes, entre mieles, mermeladas y dulces de leche, con y sin azúcar. Este año, crecimos a casi 30.000 frascos mensuales”, concluyó.