on un recorrido por distintas localidades del municipio Rivadavia Banda Sur realizado por agentes de la Secretaría de Asuntos Indígenas del Ministerio de Desarrollo Social, continúa el proceso de construcción de cosechas de agua. En este caso, se avanzó en la instancia social previa al emplazamiento de cisternas, consistente en la firma de actas acuerdos y una serie de reuniones en la que se explicó a los beneficiarios el proceso de construcción y a los distintos actores que participarán, cuál será su rol en el proyecto.
Mantuvieron reuniones en la comunidad San Felipe, donde se construirán dos cisternas con capacidad cada una de 16.000 litros, pensadas para abastecer a las personas de la comunidad, o para funcionar como reservorio de agua, considerando que existe pozo de agua y red, pero la misma no llega a todas las casas. Para una familia tipo, 16.000 litros representan el consumo promedio de ocho meses y, si se destina a la comunidad, alcanza para un consumo promedio de un mes.
En tanto, en La Unión y el pueblo de Rivadavia, mantuvieron encuentros con integrantes de la Mesa de Agua Local, representantes de INTA y del gobierno municipal, así como de la asociación de pequeños productores del lote Fiscal 26 y referentes del programa de Acompañamiento Familiar en Contextos Rurales, para avanzar en la misma instancia. En este segundo caso, se prevé que sean cinco las cisternas que se emplacen, una por cada puesto de familia criolla, considerando su ubicación estratégica y que reciben agua de la municipalidad.
Los equipos estuvieron encabezados por el subsecretario de Desarrollo Comunitario, Daniel Barroso y por el coordinador de la Mesa del Agua, Pablo Fernández Savoy, quien señaló: "Se trata de una construcción comunitaria y el beneficiario es quien construye, lo que deja capacidad instalada, conocimiento para la construcción y para la reparación. Ello genera otro valor para la comunidad. En este caso, se trata de acuerdos de ayuda mutua, en donde ellos aportan su tiempo y manos de obra para la construcciones".
En el marco de las medidas a mediano y largo plazo que tomó el Gobierno provincial para hacer frente a la emergencia sociosanitaria, se planifica la construcción de 2000 cisternas para la cosecha de agua de lluvia, que será destinada al consumo de los habitantes del Chaco salteño. En este camino ya fue gestionada la llegada de las primeras 100 para las que Nación, por intermedio del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), ya envió parte de los fondos.