o habilita para la comercialización de plantines de especies autóctonas. El emprendimiento nació del acuerdo que llevaron adelante desde la comunidad mbya guaraní y el Hotel Iguazú Jungle Lodge.
El proyecto nació en 2018 cuando el mencionado hotel decidió invertir y ampliar la capacidad de alojamiento con la construcción de más cabañas y módulos habitacionales, para ello, llevó adelante una consulta pública, normativa vigente para los hoteles que están ubicados en el predio de las 600 Hectáreas que indica que cada construcción que provoque un impacto ambiental en la zona debe ser consensuada con los pueblos originarios. Tal es así que en la reunión los integrantes de la aldea plantearon la necesidad de reforestar la selva y toda la zona con especies autóctonas y propusieron la creación de un vivero.
El proyecto fue financiado desde el inicio por la empresa y desarrollado por los ingenieros forestales Guillermo Küppers y Daily García, quienes realizaron un estudio y comenzaron con el trabajo. Primero se realizó un estudio del lugar, luego la compra del vivero en Buenos Aires; conforme a las necesidades del clima local, se procedió a la construcción y luego se trabajó en conjunto con los integrantes de la aldea en la identificación de los árboles semilleros. Posteriormente se hizo la capacitación de las seis familias que están trabajando en el emprendimiento y en junio de 2019 comenzaron con la producción.
Cuentan con 600 platines que van desde palmitos, loro, moras, mamón, entre otras especies. El vivero mide 4x7 metros y podrá producir 5.000 plantines por año que serán utilizados, en primera instancia, para reforestar el asentamiento guaraní que cuenta con 49 hectáreas; además se podrá vender a todos hoteles que quieran compensar la huella de carbono, así como a los vecinos y turistas.
“Estamos contentos con este logro, estamos trabajando y aprendimos mucho. Tenemos identificados los árboles semilleros y marcados con GPS para obtener las semillas y así continuar con la producción”, indicó Roberto Moreyra, cacique de la aldea Yasy Porá.
Moreyra explicó que el vivero fue montado en un lugar muy especial porque la tradición mbya indica que en el lugar donde estuvo el templo sagrado solo se pueden edificar cosas importantes. “Es un lugar bendecido, allí estuvo nuestro templo”, contó.
Por su parte, Marcelo Ghione, gerente del Iguazú Jungle Lodge, les entregó a la comunidad un manual sobre plantas autóctonas para que puedan seguir aprendiendo y continuarán con el acompañamiento a la comunidad.
Además, resaltó la importancia de la reforestación y recuperación de la selva. “De alguna manera tenemos que trabajar para compensar lo que se destruye con las obras y esta es la mejor manera: un vivero que además de que será un ingreso económico importante para la comunidad”, sostuvo.
Para celebrar la habilitación del vivero, se plantaron los primeros plantines en territorio mbya guaraní y se realizó la primera venta de los plantines.
El Territorio