Los molinos Huracan que comercializa Don Agro son garantía de un rendimiento insuperable y una prolongada vida útil.
La caja de mecanismo y su protección: La máquina del molino está contenida en un sólido cárter, cubierta por una chapa galvanizada que pone el mecanismo al abrigo del polvo, el agua y los elementos extraños.
El eje principal en el que va colocada la rueda de impulsión es una robusta pieza de acero que gira sobre dos cojinetes a bolillas.
Los piñones son dos, realizados en acero de alta calidad, van montados en el eje principal transmitiendo su fuerza a dos engranajes reguladores perfectamente equilibrados, asegurándose así, un ajustado engrane con el mínimo desgaste y sin vibraciones.
El mecanismo es uno accesible, retirando solamente 3 bulones del puente puede quitarse todo el mecanismo, facilitando de esta manera cualquier reparación sin tener la necesidad de bajar la máquina.
Sistema giratorio: ha sido construido siguiendo el modelo clásico, consistente en una taza con arandela de fricción sobre las cuales apoya toda la máquina quedando protegidas contra el polvo, por un sólido reborde en la parte inferior de la caja de mecanismo. Esto permite que la rueda pueda orientarse fácilmente enfrentando al viento ante la brisa más suave o defenderse de las ráfagas de viento huracanado, plegándose y frenándose al mismo tiempo, para volver a su posición normal a medida que la velocidad del viento disminuye, con lo cual se regula automáticamente la velocidad.
A la lubricación se le atribuye una importancia fundamental en la conservación de todas las piezas y esta se efectúa en dos formas: por baño constante de aceite, que consiste en el llenado de la caja del mecanismo con lubricante hasta un nivel determinado (1.5 litros) y por anillo aceitado, que lubrica automáticamente la parte superior de mecanismo.
El freno, de amplia superficie de acción, abarca casi toda la periferia de la maza de la rueda y esta provisto de un sistema regulable que permite que la presión se efectúe en forma gradual hasta llegar a inmovilizar completamente la rueda si se desea que ésta no gire en absoluto estando el molino cerrado.
En la fabricación de la rueda se tiene presente el rol fundamental que ella desempeña. Una buena rueda es aquella que posee un gran poder de captación de corrientes de aire y cuyas paletas están construidas de tal forma y colocadas en posición tal, que la brisa más suave, la pone en movimiento. El número de aspas, su dimensión, peso y el ángulo de apoyo sobre los aros interiores y exteriores son el resultado de un cuidadoso estudio.
Los rayos de la rueda son de acero de alta resistencia y van atornillados a la maza, de modo que pueden aflojarse; una punta es derecha y la otra es ligeramente doblada.
El timón: fuerte y liviano, montado sobre armazón de acero especial, está provisto de un amortiguador para evitar los golpes bruscos en los cambios de dirección del viento. Todo está calculado para obedecer en cualquier momento a la acción del viento, ya sea para presentar la rueda de frente en condiciones normales o para plegarse, frenando al mismo tiempo, en casos de corrientes aéreas de excesiva velocidad.
El cierre está constituido por un juego de palancas que acciona sobre un anillo flotante. Este anillo, que debe ser lubricado quitando el correspondiente tapón, ejerce su acción sobre dos brazos de contracción que unidos la máquina actúan directamente sobre ésta y sobre el caballete de veleta, resultando sumamente liviano.
Don Agro
