specialistas del INTA -de Manfredi y Balcarce- recomiendan prestar especial atención en la etapa de poscosecha de granos, de manera que facilite la toma de decisiones en estas labores y hacerlo con la mayor eficiencia para evitar pérdidas en calidad y cantidad.
En el actual contexto de alta producción concentrada en una brecha de tiempo de unos 60 días, el uso del silobolsa será la estrategia más empleada por los productores argentinos para solucionar al menos temporalmente, las cuestiones relacionadas a la logística de granos. Por eso es importante remarcar los principios básicos del almacenamiento con esta técnica, que es la hermeticidad, factor clave para el éxito del almacenaje.
La hermeticidad del silobolsa generalmente es afectada por un cierre inapropiado en los extremos y por perforaciones en la cubierta de plástico. Por lo tanto, se debe prestar atención a las técnicas de cierre, evitar roturas durante el armado y el almacenamiento, y reparar inmediatamente las que puedan aparecer posteriormente.
En esta guía de recomendaciones técnicas, los especialistas en almacenamiento de granos del INTA enumeran las cuestiones más importantes a tener en cuenta para lograr una buena hermeticidad y un adecuado almacenaje de granos en silobolsa.
El uso de calador tiene aspectos negativos, puesto que no permite detectar las bolsas afectadas en la base, requiere mucha mano de obra y tiempo, y solo determina la condición del grano extraído, es decir que podemos detectar solo cuando ya hay un deterioro evidente.
La otra forma de controlar el estado de los granos almacenados es mediante el monitoreo con equipos de medición de CO2, que se basa en la baja permeabilidad de la bolsa plástica al pasaje de gases y en la respiración del grano asociada con los microorganismos, lo que produce un incremento en la concentración de CO2 y una reducción en la concentración de O2sobre todo con grano húmedo, ya que estos producen mayor actividad biológica.
Esta tecnología permite localizar áreas o focos de alteración en plazos no superiores a los 7 días de almacenamiento. Los equipos permiten sectorizar la bolsa y localizar el problema previo al deterioro de los granos, con una alta sensibilidad y sin dañar la integridad del plástico, ya que para la medición se introduce una pequeña aguja hipodérmica al tomar la muestra, esto le permite a un solo operario evaluar entre 15 a 20 bolsas en una hora.
Para el caso de aquellas bolsas donde no se conozca la calidad inicial, se recomienda realizar mediciones a una distancia entre puntos no superior a 4 metros, con la mayor periodicidad posible para detectar zonas de alta tasa de incremento en la concentración de CO2. Si se detectan dichas condiciones se recomienda un calado para un posterior análisis de la muestra a fin de detectar el motivo de dicho incremento, y la planificación de la extracción del grano para evitar que se deteriore.
Si se cuenta con un detalle de la calidad, se recomienda medir en un primer momento cada 4 a 6 metros aproximadamente, para detectar probables roturas en el fondo de la bolsa producidas durante el armado de la misma, en caso de no detectar puntos con altas tasa de incremento de la concentración de CO2, revisar en posteriores mediciones solo aquellos puntos demarcados inicialmente donde conocemos que pueden aparecer problemas de almacenamiento, como alta humedad, insectos, roturas de bolsa, entre otros.
Si bien no es recomendable almacenar grano húmedo, es una práctica que se puede realizar por un breve lapso de tiempo, hasta que mejoren las condiciones climáticas o se resuelvan problemas de logística. La duración de ese tiempo de almacenamiento temporal dependerá de tres factores:
Durante la cosecha se debe tener en cuenta que el trato agresivo al grano provoca daños mecánicos que afectan el posterior manejo y la conservación. El tegumento del grano posee importantes funciones y protege a las estructuras internas contra choques u otros efectos abrasivos. Además sirve de barrera a la entrada de microorganismos y al ataque de insectos; también actúa en la regulación del intercambio gaseoso y de humedad, y en algunos casos, regula la germinación.
Es aquella que permite conservar los granos sin riesgo de desarrollo de hongos -contenido de humedad de equilibrio menor a 67%-. Cuando el almacenamiento se realiza a altas temperaturas, la humedad de almacenamiento debería ser menor, considerando que el aumento de la temperatura y la humedad del grano reducen el tiempo de almacenaje seguro porque aceleran la pérdida de peso y calidad.
Si se compara con otros sistemas de almacenaje como silos o celdas la bolsa posee una baja relación volumen-superficie, esto produce que la temperatura del grano esté directamente asociada a la temperatura media ambiente. Los principales agentes de deterioro del grano en la bolsa son los hongos, el efecto de la temperatura cobra importancia cuando la humedad del grano permite el desarrollo de estos microorganismos. Temperaturas altas durante el embolsado de grano húmedo propician un rápido deterioro inicial del mismo. También la actividad de los hongos aumenta cuando el grano almacenado en la época fría del año permanece hasta la primavera. En el centro-norte de la región productiva de Argentina, donde el régimen de temperatura es mayor, puede producirse deterioro de la calidad del grano antes de alcanzar la primavera -especialmente si se almacena húmedo-. Cuando se almacena grano seco, el efecto de la temperatura sobre el deterioro por hongos se minimiza.
Agrofy News