esde el punto de vista productivo una restricción en el consumo de agua respecto a lo que
los animales requieren, siempre ocasiona pérdidas de producto con respecto al potencial esperado.
Contar con forraje abundante no valdrá de nada si no se cuenta con el agua suficiente para el ganado. También en el caso de existir una crisis forrajera, esta se podrá amortiguar ingresando forraje o alimentos desde fuera del predio, pero una restricción en oferta de agua para abrevadero es imposible de levantar de esa manera.
Lo primero que tenemos que definir es ¿qué es una buena aguada? y en ese sentido la respuesta es, la que soporte los requerimientos de la dotación animal existente en uno o los potreros que abrevarán de dicha fuente de agua durante un período de tiempo determinado, generalmente se consideran períodos sin lluvias de 90 días en verano. Considerando lluvias que provoquen escurrimiento y abastezcan las aguadas.
Luego de definido el criterio sobre que es una buena aguada, entonces debemos pasar al primer paso en la aproximación del volumen de agua necesario almacenar para satisfacer la necesidad de agua de los animales.
Los seres vivos requieren de agua para mantener el balance corporal y lo que necesita cada animal se encuentra en función del agua perdida en heces y orina, mantenimiento de la temperatura corporal, agua retenida en los tejidos en crecimiento y el agua excretada en la leche.
Por lo mencionado anteriormente podemos concluir que las necesidades de agua dependen entonces: de la época del año, de la alimentación, del estado fisiológico y de la edad de los animales, y en función de ello los volúmenes de agua consumidos pueden ser muy variables. A modo de ejemplo se manejan para animales adultos entre 60 y 80 litros diarios por animal y por día durante el verano.
Los tajamares son obras que consisten en unir dos laderas que se aproximan mediante una cortina de tierra bien apisonada, que detiene el escurrimiento de las aguas de lluvia. Para esto necesitamos de un paisaje ondulado, que los suelos donde se realice la construcción permitan la extracción de material arcilloso para construir un terraplén de baja permeabilidad y que haya escurrimientos hacia éste en períodos de lluvia. Uruguay cuenta con estas condiciones en casi toda la extensión de su territorio. En Argentina, estas condiciones están presentes principalmente en la provincia de Ente Ríos, suelos pesados o arcillosos, régimen de precipitaciones anual del orden de los 900 y 1.200mm y con pendiente hacia los ríos de más del 3%. Esto generaliza las posibilidades para realizar tajamares como método de almacenaje de agua y abrevadero animal en dicha provincia. En otras zonas del país también podemos encontrar características similares, pero casi nunca son las ideales.
Independiente del dimensionamiento de la obra determinado por los animales a abrevar, la profundidad de agua siempre debe ser mayor a 2 metros para asegurar agua de buena calidad.
La obra debe ser cercada en su perímetro para impedir el acceso directo de los animales al agua. De esta manera nos aseguramos mantener la calidad del agua y conservar la pared del terraplén. Por lo tanto, es necesario contar con bebederos, los cuales pueden estar aguas abajo siendo abastecidos por gravedad o si se encuentran sobre el nivel del tajamar, siendo abastecidos mediante bombeo aguas arriba.
Se destaca la importancia de contar con un estudio técnico de la obra que nos permita alcanzar los objetivos mencionados anteriormente y dimensionar vertederos que nos aseguren la evacuación de excesos que no comprometan la estabilidad de la obra y no generen erosión.
Plan Agropecuario Uruguay