Fuentes alternativas o complementarias de agua: Tajamares

Debido a la limitada calidad y disponibilidad de agua subterránea, en ciertas zonas, es necesario buscar alternativas para la obtención y aprovechamiento de este recurso

Fuentes alternativas o complementarias de agua: Tajamares
viernes 22 de mayo de 2020
A

nte la ausencia de fuentes fluviales y cuerpos de agua con aptitud para consumo del ganado, la alternativa que utilizan los ganaderos, desde hace décadas, es la recolección de agua pluvial en represas (tajamares), su reserva y utilización se realiza de diferentes maneras en función del grado tecnológico aplicado, las necesidades y disponibilidad del productor.

Los tajamares son embalses de agua de escurrimiento pluvial almacenada mediante la construcción de diques o terraplenes de suelo. La posibilidad de su instalación está dada por las características del terreno que permitan lograr una adecuada captación del agua de lluvia. Se han descripto diferentes modelos, diseños y estructuras complementarias, sin embargo, deben considerarse los principios teóricos básicos para su instalación y adaptarlos a las condiciones locales del predio que demanda este tipo de construcciones, para satisfacer las demandas de agua para el ganado.

Los tajamares se deben construir en relieves bajos con afluencia natural de agua de escurrimiento. La profundidad aconsejada es de 3 m y los taludes con una pendiente de 3:1. El propósito es contener el máximo volumen de agua con la menor superficie posible del embalse.

Una vez terminados los taludes y el borde por encima del nivel del suelo, es necesario construir una vía de escape para el excedente de agua (vertedero), cuando se ha llenado el embalse. La altura de coronación del tajamar, el piso y abertura del vertedero son factores importantes a tener en cuenta. La capacidad de evacuación del vertedero debe estar en proporción con el caudal de entrada, pues en caso contrario puede resultar insuficiente el desagüe y entonces el agua superar la pared, con el consecuente riesgo de erosión y desmoronamiento. Es conveniente elevar el terraplén sobre el nivel del terreno y dejar que el excedente de agua escurra libremente hacia una cota de menor altura, con lo cual se disminuye considerablemente el peligro de erosión y rotura del embalse.

Una vez construido el tajamar, se debe hacer un alambrado perimetral a fin de impedir el acceso del ganado y evitar problemas como la contaminación del agua con deyecciones y el derrumbe de taludes por pisoteo. El alambrado se ubica de manera que permita el fácil acceso de la maquinaria, para el mantenimiento del área perimetral.

 

Manejo tradicional del agua para consumo ganadero

La mala calidad del agua subterránea es un factor limitante para el desarrollo de la producción ganadera, mientras que la escasa profundidad de la freática constituye una oportunidad para acceder a este recurso en el semiárido-árido de La Pampa. La combinación de ambos factores generalmente no es suficiente para lograr un planteo productivo sustentado sobre estas bases, lo cual se evidencia en numerosas perforaciones y jagüeles abandonados por salinización del agua debido a la sobreexplotación. Otros se construyeron y no fueron puestos en producción porque el contenido de sales superó el umbral de tolerancia del ganado, aun antes de su utilización.

Por otro lado, la construcción de tajamares es una herramienta alternativa y complementaria para mejorar la producción, permitiendo diferentes combinaciones de utilización, aunque la mayoría de las veces no ha sido suficiente para afrontar periodos de sequía prolongados. El consumo directo del agua de lluvia desde los tajamares es una rutina en establecimientos con escaso nivel de tecnificación, como consecuencia, el agua se enturbia por efecto del pisoteo y se contamina con las deyecciones de los animales, al punto de que los remanentes de agua almacenada normalmente son rechazados por el ganado, perdiendo parte del recurso hasta que nuevas lluvias recuperen el volumen de almacenamiento.

Bavera enfatiza sobre la aplicación de la tecnología disponible para evitar los problemas antes mencionados, especialmente en un país donde la ganadería es una de las principales fuentes de riqueza y donde la disponibilidad de agua para el ganado no debería depender de los imponderables del clima. Cuando los tajamares se secan, habitualmente se recurre al transporte de agua con camiones cisterna, los cuales son almacenados en lo tanques australianos y en virtud de la escasa salinidad de este recurso, se aumenta su volumen a través de la mezcla con agua salada de perforaciones y/o jagüeles, permitiendo lograr un agua de calidad aceptable, reduciendo los costos de transporte. No obstante, con sequías prolongadas, el traslado de agua en camiones provoca elevados costos que pueden enajenar la producción del año.

En planteos productivos sustentados sobre estas bases, en las que se depende fuertemente de las condiciones ambientales, es necesario aplicar tecnologías para alcanzar un desarrollo sostenible, donde el Estado provincial tiene un rol destacado en la aplicación de políticas que contemplen la capacitación, la transferencia de tecnologías y aportes crediticios para alcanzar estos objetivos.

 

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