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orrea nació en Tucumán, pero desde hace más de 20 años se fue a vivir al exterior. Estuvo años en Finlandia y trabaja en la sede de Madrid de la firma finlandesa. Desde allí asesora a grandes grupos con proyectos para invertir en la industria de pasta celulósica.
La firma fundada en 1958 por Jaakko Pöyry está casi siempre detrás de la mayoría de los proyectos de grandes inversiones en la industria pastera, esos que involucran cifras de entre 1.000 y 3.000 millones de dólares y que hoy se hacen con una capacidad de producción nunca por debajo del millón de toneladas (casi tres veces el volumen de Arauco Argentina, planta inaugurada en 1982 cuando el negocio admitía otras escalas).
El sello de esta consultora en un plan de inversión, es también un signo de viabilidad de un negocio en esta materia para el mercado: bancos, organismos multilaterales de crédito, multinacionales, inversores, organismos oficiales, o todo aquel con interés en apostar al sector forestal. Si Pôyry dice que el negocio es viable, el proyecto ya tiene otro valor.
Correa monitorea todo lo referido a este mercado, desde el precio internacional de la pasta celulósica, la demanda mundial de papel para embalaje, tiusse o impresión; las tasas de interés en EE.UU. o Europa y, por supuesto, también el valor de la materia prima para producir una tonelada de pasta.
“Argentina tiene la madera más barata del mundo, siempre fue así y ahora tiene un valor especialmente bajo”, explica Correa, mientras muestra unas curvas de evolución de la tonelada de raleo medida en dólares entre países tan disimiles como Argentina, Uruguay, Chile, Australia o Estados Unidos.
Siempre al fondo de la tabla. Así que nadie mejor que Correa, experto internacional y argentino, para explicar los “por qué” de esta situación que, del otro lado de la mesa, se traduce en productores forestales a los que históricamente siempre les falta “cinco para el peso”.
“Argentina tiene la madera más barata del mundo, sí, pero cuidado, es incorrecto compararte con otros países y decir: el valor debería ser mayor. El valor es el que es por múltiples factores. Tiene que ver con los costos de producir y una ganancia que se agrega y no es comparable”, advierte Correa.
Además, explica que la Argentina tiene sobreabundancia de materia prima (madera) que tira el precio para abajo y la ausencia de más industrias que apuntalen la demanda de esa sobre oferta.
Y acá viene lo más complicado. Argentina tiene materia prima barata, sí, pero el ámbito para hacer negocios que castigan también y han derivado en una total ausencia de inversiones forestales nuevas en los últimos 40 años. Todo esto mientras en Chile, Uruguay y Brasil, las inversiones multimillonarias en este rubro florecieron.
A esta situación, se agrega el tiro de gracia: Paraguay, que directamente no tiene bosques suficientes, ya tiene confirmada una inversión de más de u$s 2.000 millones en una pastera en el departamento de Concepción, con participación de inversores locales (la familia Zapag, de Copetrol) e inversores chinos y austríacos, según lo que se hizo público hasta 2020.
Cuando se concrete y, probablemente, la Argentina le envíe los troncos sin mayor valor agregado, se materializará otra gran frustración en el camino al desarrollo de nuestro país.
¿Cómo se atraen las inversiones?
“Que la materia prima sea la más barata del mundo ni siquiera es decisivo para captar inversiones. Hay muchos otros factores que los inversores tienen en cuenta, es importante la estabilidad macroeconómica, la seguridad en las reglas del juego a largo plazo”, señala Correa.
“Paraguay está avanzando en un proyecto para instalar una industria de pasta celulósica de 1 millón y medio de toneladas (entre 4 y cinco veces la capacidad de Arauco Argentina) y tiene sólo 50.000 hectáreas de bosques en todo el país”, explica Correa. (N. de la R.: Misiones, nada más, tiene diez veces esa cantidad de bosques para la producción forestal).
En el gráfico, la evolución de la ton de raleo de pino en u$s. Argentina siempre es el más barato, comparado aquí con Brasil, España, EE.UU. o Sudáfrica. Sólo en el retraso cambiario previo al estallido de la Convertibilidad (2000 y 2001) hubo precios similares a estos países.
¿Por qué la Argentina tiene la madera más barata del mundo?
-Eso se debe a muchos factores, no es negativo que tenga el costo bajo, al contrario, es una ventaja. Pero tenés que tener cuidado, que el costo de la madera no es todo lo que incide en el costo de la producción. Esto significa que, en celulosa, que es el principal uso de la madera, por la cantidad de madera que usa, más o menos el 40 por ciento del costo es madera (materia prima).
Comparativo de la evolución de la tonelada de pino para producción de pasta celulósica.
¿Podrías desglosar el otro 60 por ciento, típicamente?
-Tenés varios ítems: Producción de energía, mano de obra, costos fijos. Son distintos, no es solamente materia prima.
¿Cuál es la materia prima principal, para la producción de pasta celulósica?
-Principalmente madera y luego algunos químicos y soda cáustica y energía.
¿Cuándo decís madera, es siempre el raleo de pino u otras especies?
-No siempre. Se puede usar cualquier tipo de madera, vieja y joven, pero la madera joven de raleo no se puede usar para otra industria de mayor valor agregado. China, por ejemplo, paga cara la materia prima. Porque es el costo puesta en planta (del árbol) y en China llega madera astillada desde afuera (se refiere al rollizo de eucaliptus, que, desde hace un tiempo, también envía a la Argentina desde los puertos de Ibicuy y Concordia).
Argentina siempre está en el cuadrante bajo. Cuando analizas el costo de producción es relevante el hecho de que el comercio de la madera en la Argentina no puede decir: la madera me cuesta esto, y el producto de Corrientes le quiere vender a Papel Misionero a 60 dólares, porque eso es lo que cuesta en Uruguay. Ese razonamiento es incorrecto.
Argentina está bajo no solamente por el tipo de cambio que ahora está alto (se refiere al dólar en la Argentina). El costo es bajo por el potencial forestal de la Argentina. En Argentina la madera crece bien, rápido y es de calidad. Por eso hay un costo bajo. Hoy está particularmente bajo, porque nadie la demanda. En el momento que haya una fábrica de pasta celulosa, el precio sube para arriba.
¿Sería razonable tener valores similares a Uruguay o Brasil?
-No, Argentina tiene que tener el costo de producción, más el margen de su productor. Si instalo una industria y comparo costos de producción, con los costos de madera en china o Finlandia, no es realista. Los costos son tuyos, de mano de obra, energía, todo, son de la Argentina.
¿En el producto final, la tonelada de pasta celulósica si el precio es comparable entre países?
-El producto final sí, sale al mundo y ahí si tienen un precio que tiene que ser competitivo. Porque compite con otros países, es un commodity y si tenés un producto eficiente, podes competir en el mercado global.
Pero en la materia prima, no.
-Exacto. No tenés que mirarte en el espejo de los demás, tenés que mirarte en el espejo tuyo. Una inversión forestal, con una tasa interna de retorno del 10 o 15 por ciento, (en dólares) está buena. ¿Qué banco te paga eso? No es que, si Uruguay vende la tonelada a 40 dólares, lo vendo a 40. No es lo mismo. Lo mismo pasa con los coches o las pelotas de fútbol. El costo de la materia prima no es comparable, el precio del producto final, sí. Distinto es el precio de la madera astillada (el rollizo de eucaliptus) que se le vende a China desde la Argentina. Ese sí, si lo puedo comparar con madera similar que le venden uruguayos a los chinos. Madera en rollo.
Si soy inversor internacional y miro estos precios, ¿no surge la idea: Pongo una pastera en la Argentina?
-No, porque como te habrás dado cuenta, el precio de la madera siempre fue bajo en la Argentina. Y el precio de la madera no es el único aspecto para que un inversor invierta en la Argentina.
¿Qué otros aspectos entran a jugar en la decisión?
-Estabilidad económica, riesgo financiero, costo de capital. Son partes no intrínsecas a la parte forestal, pero es parte del entorno. La estabilidad socio política, estabilidad macro económica. El riesgo país.
Supongo que este cepo que impidió a firmas sacar dividendos o pagar deudas con bancos o casas matrices, genera impacto en futuras posibles inversiones.
-Absolutamente, desde mi punto de vista sí. Imagínate qué harías si te dicen que para trabajar o ganar dinero, el dinero se queda en la oficina y no lo podés llevar a tu casa, no tiene sentido. Una parte te puede servir porque comes en el restaurante del edificio de tu oficina, pero una parte tenés que llevarte a casa.
¿Esto hizo que en los últimos 20 años las inversiones en industria pastera crecieron en Uruguay, Brasil, Chile, pero no en la Argentina?
-Si.
¿Cómo se ve desde exterior a la Argentina en este rubro? Ustedes hablan con inversores de todo el mundo en este sector, que deben mirar todos los países con potencial.
-Argentina tiene mucho potencial. Claro. Cada vez que no se hace una inversión así en la Argentina se está construyendo en otro sitio. Hay un mercado, una demanda y un producto en particular que llama a esa inversión, cada vez que, si pierde en la Argentina, ya se instaló en otro sitio. Hay que esperar a que las condiciones sean tal que requieran otra fábrica.
¿Con Macri los primeros dos años parecía que se abría el panorama para estas inversiones?
-Con Macri había muchísimos iniciativas, preguntas y consultas sobre inversiones en el país. Salieron en los medios estas manifestaciones de interés, pero nada se concretó y después del primer año ya empezaba a haber dudas, por eso nadie avanzó.
¿Cómo está el mercado de la pasta celulósica?
-Depende de cuál es el producto final de la pasta celulósica. Está un poco más bajo que lo que era antes de la pandemia, pero no en bajos históricos. En el sector de embalajes hace poco tiempo subió, el precio de la madera para embalaje. La parte de impresión venia cayendo y bajó más por la pandemia, pero es una tendencia que tiene que ver con la digitalización. En cambio, otras cosas, como la celulosa para la producción de para barbijos o mascarillas, subió. La celulosa que se usa para tissue, subió mucho.
¿Papel Misionero y Arauco Argentina qué hacen?
-Embalaje, Papel Misonero bolsa de harina, azúcar, súper y Arauco Argentina hace celulosa kraft blanqueada para distintos tipos de cajas. También se usa para mezclar el papel higiénico y toallitas, para eso se usa celulosa de eucaliptus, pero con un porcentaje de fibra larga de coníferas (las que hace Arauco Argentina).
¿Está bien vender troncos pelados a China?
-Claro, lo hizo Chile por 20 años, hasta que empezó a poner sus propias fábricas. A comienzos de los 80, Chile le vendía madera en rollo a Tailandia, China, Japón, la sigue vendiendo. La exportación, te da la posibilidad de que el sector forestal primario siga exportando y las plantaciones produzcan mejor y más barato. En Chile y Brasil, las inversiones las hicieron empresas de allá. En Uruguay son multinacionales. En Argentina también, firmas como Ledesma, Arcor o Molinos podrían invertir en pasteras. Sabrían balancear mejor el riesgo país.
¿No es mala señal no poder darle más valor agregado?
-Por supuesto que será mejor agregarle todo el valor que se pueda, pero si no tenés otra alternativa y el productor ya hizo su inversión y tiene su capital invertido por 15 años y no lo puede cortar porque no tiene a quien venderlo. Para replantar tiene que cosechar y vender, lógicamente al vender con poco valor agregado, está cobrando menos dinero y se va mucho dinero en la logística.
¿Qué me podes decir del proyecto de la pastera en Paraguay?
-Estamos haciendo algunos trabajos, así que solo puedo comentar lo que es público. Es un fondo de inversores que están considerando la fábrica, salió en los medios no hace mucho que está negociando la parte financiera, está avanzando, un millón y medio de toneladas de fibra corta, similar a las que hay en Uruguay. De eucaliptus. Le podrían comprar a la Argentina, por supuesto. Hay que aprovechar el río, la logística no es tan pesada.
¿Es importante la estabilidad económica de Paraguay para concretar esa inversión?
-Paraguay tiene hace 15 años el dólar y la inflación al mismo nivel. Tiene un marco impositivo beneficioso, se paga menos impuestos. Los aspectos de confianza son importantísimos, por eso no muchos lo saben. Paraguay hace 15 años tiene la misma tasa de cambio, la inflación al 3 por ciento.
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