a caída del consumo del petróleo a nivel mundial provocó una sobreoferta del crudo que los productores no saben dónde colocar. Con una infraestructura argentina adaptada únicamente para el transporte y la exportación, el sector nacional se enfrenta a la caída del precio, al aumento en la demanda de tanques de almacenaje y a precios de alquileres de buques de carga por las nubes.
En plena crisis del coronavirus, y con situación inédita de freno de la actividad, la caída del consumo generó una necesidad de almacenamiento del crudo sin precedentes y encontrando a una industria nacional sin respuesta.
Con las refinerías locales al tope de su capacidad, disminuyen su compra de petróleo, exportan parte de lo procesado y almacenan el resto en buques de carga. Actualmente, se registran cinco barcos Panamax amarrados con una capacidad de almacenaje de 500.000 barriles. En esta situación, las empresas negocian contratos de largo plazo para que los buques almacenen el crudo por un plazo mínimo de seis meses.
Si bien se espera un leve crecimiento de la demanda por la flexibilización de la cuarentena, en la industria ya anticipan una menor actividad en los campos petroleros. Con la capacidad de almacenamiento al tope y sin exportaciones posibles por los precios del Brent (en torno a los US$20), el panorama parece poco alentador.
“La tendencia es que el precio de los buques seguirá subiendo hasta que no se contenga el virus y la demanda no repunte. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunció una caída de la oferta para los próximos meses, pero igualmente los barcos ya están todos llenos”, explican desde el sector.
Debido a la mayor demanda en el último mes, el precio del alquiler aumentó de US$30.000 a US$55.000 por día para los buques que almacenan hasta 500.000 barriles (US$0,11 por barril). Las empresas que poseen contratos con estos buques son Raízen, Pluspetrol, Trafigura, Vista e YPF.
Los frac tanks son parecidos a los contenedores y tienen una capacidad de almacenaje similar a la de un camión de combustible (entre 25.000 y 30.000 litros). Si bien se utilizan de forma temporal debido a su tamaño, ya que son muy pequeños en relación con la producción total, constituyen una opción viable a corto plazo.
Sin embargo, no todos los tipos de petróleo son fáciles de almacenar por tanto tiempo, por lo que, una vez abordadas todas estas alternativas de acopio, la última opción del sector sería la de cerrar los pozos de producción.
Se trata de una decisión costosa y arriesgada para las operadoras ya que, si bien varía por yacimiento y tipo de pozo, una vez cortado el flujo podrían suscitarse problemas geológicos que perjudiquen la productividad de los pozos.