as espinacas son una hortaliza pequeña, ideal para huertos urbanos o traspatios, puede cultivarse desde otoño hasta primavera. Esta planta es una excelente fuente de minerales como hierro y potasio, antioxidantes, vitamina A y C. En este artículo aprenderás todo lo necesario para cultivarlas en casa, sus cuidados, propiedades y algunas recetas.
La espinaca es una planta que crece mejor en climas frescos o fríos. Las semillas son esferas irregulares color café claro, entre 2-3mm de diámetro. Antes de sembrar, debemos preparar nuestro semillero con una mezcla nutritiva que tenga buen drenaje. Existen distintas maneras de sembrar las espinacas, siembra directa o en semillero.
La siembra directa, es en la que se realizan pequeños surcos con una separación aproximada de 8-10cm entre ellos y una profundidad aproximada de 1.5cm. Coloca las semillas en los surcos con una distancia de 2-3cm entre semillas. Las plantas crecerán muy cercanas y podremos cosecharlas con tijeras, obteniendo hojas de espinaca “baby” u hojas tiernas, que tienen un sabor más sutil.
La segunda opción, en semillero, es recomendable cuando las condiciones no son muy favorables, de esta manera podemos tener un mejor cuidado de nuestras plántulas. La profundidad de siembra es tres veces el tamaño de la semilla, después tapar con mezcla de suelo y regar. La siembra en semillero también es favorable cuando queremos seleccionar las mejores plántulas y colocarlas en camas de cultivo y asociada con otras hortalizas. De esta manera producimos más plántulas en menos espacio y con mayor cuidado.
La germinación de las plántulas se dará entre 12-20 días después de la siembra. Los cotiledones son pequeñas hojas alargadas y delgadas, mientras que el segundo par de hojas tendrá un pequeño tallo y hojas redondeadas. Nuestras plántulas estarán listas para el trasplante cuando comiencen a salir el segundo par de hojas verdaderas.
Antes del trasplante, el suelo debe prepararse y aplicar una capa de composta. Debemos tener cuidado al manejar nuestras plántulas para no lastimar las raíces, si se encuentran muy enroscadas debemos soltarlas para que se desarrollen adecuadamente. La distancia entre plantas es de 15cm, podemos adaptar esta distancia dependiendo de la variedad. La finalidad de la distancia es que las plantas se toquen en su estado de madurez sin afectar el crecimiento de las plantas cercanas. Es importante que al trasplantar, los cotiledones queden a ras del suelo así la planta se desarrollará mejor.
Retire las hojas color amarillo y de forma irregular que se encuentran en la parte exterior de la planta. Esto evitará enfermedades y ayudará a la producción de nuevas hojas.
Un adecuado espaciamiento entre plantas disminuye la humedad para prevenir caracoles y enfermedades como el mildiu.
Siguiendo la regla de rotación de cultivos, no coloque plantas de espinaca en lugares donde su sembraron anteriormente betabel y acelga. Estas plantas se encuentran en la misma familia botánica, por lo que comparten las mismas enfermedades del suelo y consumen nutrientes similares del suelo.
A partir de unas seis semanas después de la siembra, podemos comenzar a cosechar las hojas externas de nuestras espinacas. Es importante observar el crecimiento de nuestras plantas, al principio sólo podremos cosechar algunas hojas, ya que si cosechamos demasiadas tardará en recuperarse y su crecimiento será lento. El mejor momento para la cosecha es durante la mañana, las hojas tienen una mayor concentración de humedad y se conservan mejor. Coloca las hojas en una red o bolsa con orificios y colócalas en el refrigerador. Pueden conservarse frescas hasta por 10 días.
Como había mencionado antes, la espinaca es una hortaliza que prefiere climas frescos o fríos. Por lo que en primavera y verano, cuando los días son más cálidos, las plantas comenzarán su etapa de reproducción.
Si quiere guardar semilla, debe considerar por lo menos 15 plantas que se encuentren juntas. Seleccione las plantas que tuvieron un crecimiento bueno y sin enfermedades, de esta manera asegurará una buena calidad de semilla. La espinaca es una planta dioica, esto significa que una planta sólo tiene un sexo (hembra o macho). Las plantas hembra producen sus flores pegadas al tallo, mientras que las macho crecen en altura rápidamente y liberan el polen.
Coseche las semillas cuando tres cuartas partes de los tallos estén secos, colóquelos boca abajo en una bolsa de papel y cuélguelos en un lugar seco y fresco. Si el clima es húmedo, Corte los tallos y cuélguelos en un lugar cálido y ventilado para que se terminen de secar.
Retire las semillas del tallo, elimine la basura restante y déjelas secar durante unos días para que se terminen de secar totalmente. Almacene en un frasco hermético en un lugar fresco y seco, recuerde colocar una etiqueta con el nombre de la semilla, su variedad y fecha. La semilla puede conservarse hasta por tres años, después comenzará a bajar su porcentaje de germinación.
La espinaca es un antioxidante natural que previene el envejecimiento prematuro y mantiene nuestras células jóvenes. Contiene luteína y beta caroteno que ayuda a la visión. Su contenido alto contenido en potasio y bajo en sodio beneficia a personas que sufren de presión alta. El consumo de espinaca aporta vitamina K. También tiene vitaminas A, C, B, E y F. Para más información sobre los beneficios de la espinaca consulte: Los 7 mejores alimentos que frenan el envejecimiento, Consejos para reajustar su reloj interno y dormir mejor, Razones importantes para optimizar su vitamina K2.
Vía Orgánica