Cultivar apio

El apio (Apium graveolens L.) es una planta bianual aprovechable por sus hojas. A continuación, una breve guía de como llevar a cabo un cultivo de apio

Cultivar apio

Características

El tallo, en su primer año, tiene forma de disco, del que surgen hojas de peciolo carnoso, alargado y asurcado en el envés, comúnmente llamado penca y limbo pinnado de folilos aserrados. El tallo se desarrolla en el segundo año emitiendo flores en umbelas, de color blanco. El fruto es un aquenio muy pequeño que se utiliza también como semilla.

 

Adaptabilidad y exigencias del cultivo

Es una especie sensible al frío, por lo que necesita cierta temperatura para nacer y vegetar. El mejor crecimiento se da en terrenos profundos ricos en humus, sueltos y con buen drenaje. Es una planta muy sensible a la salinidad.

 

Siembra del apio

  • Fecha de siembra del apio: Sembrar apios desde febrero a agosto en zonas templadas y de abril a junio en zonas frías.
  • Datos de la semilla: 2.500 semillas por gramo, profundidad siembra: 0,2 cm, temperatura de germinación: Mín. 8ºC- Máx. 30ºC - Óptima 20ºC, poder germinativo de 5 años, de 0,5 a 1,5 kg por ha.
  • Marco de siembra del apio: entre filas: 30-40 cm, entre plantas: 20-30 cm.

 

Cultivo, cuidados y recolección del apio

Es un cultivo de clima templado, que al aire libre no soporta los fríos del invierno en las zonas del interior: cuando la planta está en el periodo de desarrollo, si ocurre una disminución fuerte de temperatura durante algunos días, puede dar lugar a que la planta florezca antes de tiempo; este problema se ve disminuido cuando el suelo está acolchado con lámina de plástico.

Las temperaturas dependen de la fase de cultivo:

  • Fase de semillero: siembra entre 17 y 20ºC. Se debe garantizar una temperatura mínima de 13-15ºC para evitar la inducción floral prematura.
  • Fase de campo: durante el primer tercio del cultivo la temperatura ideal está en torno a 16-20ºC. Posteriormente se acomoda a temperaturas inferiores a éstas, pero superiores siempre a 8-10ºC. Temperaturas mínimas frecuentes próximas a 5ºC producen pecíolos quebradizos.

El apio no es demasiado exigente en suelos, siempre que no sean excesivamente húmedos. Requiere un suelo profundo, ya que el sistema radicular alcanza gran longitud vertical. El pH debe estar rondando la neutralidad. Es exigente en boro, por lo que este elemento no debe faltar en el suelo. Soporta mal la salinidad, tanto del suelo como del agua de riego.

 

Cuidados del apio

Blanqueo del apio: esta técnica consiste en el cubrimiento de parte de la planta para que al privarla de la luz se impida parcialmente la fotosíntesis, disminuyendo la cantidad de clorofila que en presencia de la luz es la que aporta el color verde a la planta.Se suele usar el aporcado de los pies para el blanqueo, primero uno y a la semana otro, a las tres semanas se puede cosechar

Riego: en los meses de calor.

Abonado: Para obtener una buena producción y de buena calidad, es conveniente que el suelo esté bien estercolado. Si no se aplica estiércol, es necesario aumentar el abonado nitrogenado y potásico, especialmente cuando los suelos sean ligeros. En el último mes de desarrollo, antes de la recolección, el nitrógeno debe estar disponible en cantidad suficiente en el suelo. Además, el apio es una planta muy sensible al déficit de boro, azufre y magnesio.

En el abonado de fondo pueden aportarse alrededor de 50 g/m2 de abono complejo 8-15-15 y 15 g/m2 de sulfato de potasio. Si los resultados del análisis de suelo muestran bajos niveles de boro y/o magnesio, éstos pueden aplicarse a razón de 2 g/m2 de producto a base de boro y 10-15 g/m2 de sulfato de magnesio. Además, es conveniente aportar unos 5 g/m2 de azufre, debido a su elevada sensibilidad a la carencia de este elemento.

 

Recolección del apio

Recolectar apios desde abril a agosto según fechas de siembra. Unos 7 a 8 meses desde la siembra.

Recolección manual escalonada, cortando a cuchillo desde fuera a dentro.

 

Principales plagas y enfermedades

  • Plagas: Mosaca del apio, pulgones y mosca de la zanahoria. La mosca del apio: las larvas excavan galerías en el interior de las hojas, entre la epidermis, con lo que pueden secarse los tejidos. Tienen dos generaciones: en primavera y a finales de verano. En primavera los daños pueden ser más graves en las plantaciones jóvenes. En otoño, los apios ya están suficientemente desarrollados para que las larvas diseminadas ocasionen estragos. Los pulgones se alimentan picando la epidermis, por lo que producen fuertes abarquillamientos en las hojas que toman un color amarillento. La mosca de la zanahoria: el adulto mide 4,5 mm y presenta cabeza parda y abdomen alargado y negro. La larva es de color blanco amarillento brillante, de 7-8 mm. de longitud y ápoda. Inverna en el suelo en estado pupario, haciendo su aparición en primavera. Las larvas penetran en la raíz, donde practican galerías sinuosas, sobre todo en la parte exterior, que posteriormente serán origen de pudriciones, si las condiciones son favorables se produce una pérdida del valor comercial.
  • Enfermedades: Mildiu y cercosporiosis. Mildiu del apio: produce amarilleos y desecación de las hojas, pudiendo originar la destrucción total de las plantas jóvenes. Cercosporosis: al principio produce manchas amarillentas en las hojas y después grisáceas, hasta producir la necrosis foliar. Suele atacar al apio en los meses de verano.

 

Clemente Viven Semillas y Plantas

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