as espinacas deben comercializarse preferentemente de inmediato, aunque pueden conservarse a temperaturas de 0ºC y humedades superiores al 95% durante un periodo generalmente de dos semanas, prolongables eventualmente hasta cuatro si se trata de producto de buena calidad y las condiciones ambientales se mantienen estrictamente.
Las espinacas se benefician de un preenfriamiento rápido, que permite disminuir su actividad metabólica y aumentar su conservación. La temperatura a alcanzar debe ser, preferiblemente de 0ºC. Con la prerrefrigeración y envasado en bolsas de plástico se han logrado almacenamientos de 40 días.
La conservación frigorífica a 0-(-1ºC) y 90-95% de humedad relativa permite un almacenamiento entre 2 y 4 semanas. Mantener una humedad relativa alta en el almacenamiento es importante para hojas desnudas, sin envasar en plástico. Cuando se utilizan protecciones de plástico el ambiente que se crea en la bolsa tiene una humedad relativa alta
Las atmósferas controladas con adición de un 10-20% de dióxido de carbono tiene sólo un efecto leve en la conservación y no se emplean a nivel comercial. Se ha comprobado que con un 10% de dióxido de carbono es posible retardar el amarilleamiento y aumentar en una semana el almacenamiento, con una temperatura de conservación de 5ºC. Se han seleccionado películas plásticas para envasar hojas de espinaca pre-lavadas para mantener 1-3% de oxígeno y 8-10% de dióxido de carbono.
El transporte debe realizarse a bajas temperaturas, entre 0 y 5ºC y con humedades ambientales altas. La máxima temperatura recomendada al cargar es de 6ºC, con una duración del tránsito de no más de 3 días.
Durante la distribución debe mantenerse una humedad alta para evitar la desecación y la temperatura no debe sobrepasar los 10ºC.
La actividad metabólica de las espinacas es una de las más altas entre las hortalizas de hoja. Ello es un factor determinante de su breve vida posrecolección, que difícilmente supera los 12 días.
Tras la recolección se pueden producir una serie de cambios que deterioran su calidad. Los más frecuentes son: deshidratación, amarilleamiento, cambios en el sabor, cambios composicionales y enfermedades por marchitamiento y pérdida.
Frutas y Hortalizas