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l ISSCT Congress realizado el año pasado congregó a más de 1.500 científicos, técnicos y empresarios de 57 países en la provincia de Tucumán. El encuentro, considerado el evento sucro-alcoholero más importante del mundo, reúne cada tres años a toda la cadena de valor de la industria. Experiencias en materia de adelantos tecnológicos y los nuevos aportes sobre la bioenergía que, para muchos, es el futuro del sector.
El leitmotiv de la última edición fue “Cultivando energía, la próxima página”, en un intento por demostrar al mundo la estrecha relación entre la producción de alimentos y las bioenergías en las próximas décadas. “Van de la mano y son la gran esperanza para enfrentar los grandes retos que presenta la humanidad: abastecer de energía limpia y alimentos, y generar nuevos empleos a una población en plena explosión demográfica bajo un marco de restricción de superficie cultivable, limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y respetar los ecosistemas”, explica Emiliano Huergo, socio fundador de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
Plinio Nastari, representante de la sociedad civil en el Consejo Nacional de Política Energética de Brasil –principal organismo asesor del presidente de Brasil en materia energética–, expuso los principales lineamientos del programa de movilidad limpia RenovaBio. Desde 2018, la iniciativa apunta a la reducción progresiva de emisiones de gases de efecto invernadero en ese país. El especialista destacó que “los biocombustibles tienen muchísimas ventajas ambientales y logísticas, y que aún quedan espacios para la optimización del uso de etanol, como mejorar la compresión de los motores, combinar la tecnología híbrida con biocombustibles y las celdas SOFC”.
En este sentido, Ricardo Abe, director de Investigación y Desarrollo de Nissan Brasil, se refirió a esta tecnología en profundidad. El ejecutivo compartió los detalles del prototipo e-FuelCell que combina las ventajas ambientales de utilizar etanol: el aprovechamiento de la infraestructura existente para abastecerse de combustibles y el alto rendimiento que presentan los motores eléctricos.
El bioetanol también actúa como un estabilizador para los precios del azúcar. Debido a la gran cosecha en India y Tailandia, el gobierno indio ha puesto en marcha un programa para llevar el corte de bioetanol al 20% para 2030. La iniciativa demandará el destino de casi US$2.000 millones a financiar la construcción de 300 nuevas destilerías.
Por otro lado, en un intento por reducir las existencias actuales de azúcar, que han llegado a niveles exorbitantes, el ministro de Alimentos de India solicitó a su par de Petróleo incentivos para que las petroleras adquieran más etanol producido a partir de azúcar cruda.
El sector sucro-alcoholero argentino tuvo la posibilidad de mostrarle al mundo que se encuentra en la vanguardia de esta reconversión hacia las bioenergías. Algunas experiencias compartidas durante el evento:
- Destilerías modernas. Los ingenios tucumanos Leales y La Florida cuentan con un eficiente sistema de gestión de vinaza. Se trata de un efluente con alta carga orgánica que permite aprovechar la energía térmica residual del proceso de destilación a través de una alta concentración. Luego, la carga es revalorizada en biofertilizante, donde vuelve al campo para aportar nutrientes y materia orgánica al cultivo de caña.
Sumado a esto, el ingenio Leales inauguró una nueva central de cogeneración que permite entregar 2 MW de energía eléctrica renovable a la red, mientras que La Florida trabaja en dos proyectos con la empresa Geneia, líder en energías renovables. La usina prevé utilizar una mezcla de bagazo y vinaza, siendo una de las primeras de su tipo.
- Biomasa. El uso de rastrojos como fuente de biomasa energética tuvo también gran protagonismo. Rodrigo Lanciotti, especialista en bionenergías, mostró el potencial de los residuos de cosecha para su aprovechamiento energético y las ventajas de comprimir la biomasa en megafardos para optimizar sus costos de transporte. Una variante la presentó B.AR Bio, galardonado con el premio a la innovación de Expoagro. Se trata de un dispositivo que se agrega a la cosechadora y recoge y pica el rastrojo de la caña de azúcar en el momento de su cosecha.
- Avances biotecnológicos. En las últimas décadas, Tucumán ha logrado consolidarse en materia de tecnología de cultivo de caña y desarrollos biotecnológicos. El Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada (CIBA) de la Universidad de San Pablo es protagonista en desarrollos de caña transgénica tolerante a plagas y en estrés hídrico. Del mismo modo, la Estación Experimental Obispo Colombres es un claro ejemplo de articulación entre lo público y privado, en materia de investigación y transferencia tecnológica.
