atamarca es una provincia que expone al máximo su cultura y la usa como un recurso turístico. El modelo que más aprovechan es el del turismo comunitario, que convierte al hogar y la mesa de cada habitante en un lugar de para hospedarse y comer. Pero la provincia no deja de sorprendernos. En muchas de sus localidades dentro de sus paradisíacos valles, se lleva adelante la tradición del Chaku.
La relación de los catamarqueños con la tierra, los animales y la naturaleza en general es muy fuerte. Este pueblo, entre octubre y diciembre, lleva adelante una práctica cultural que atrae a vecinos y turistas de todo el país. El Chaku es una tradición ancestral de los catamarqueños que consiste en el encierro de vicuñas, la esquila comunitaria y la liberación.
Antes de empezar los participantes llevan adelante un ritual que se llama Corpachada. Aquí se pide por un numeroso encierro de vicuñas, una exitosa esquila y un retorno saludable de todos a casa. Una vez hecho esto empiezan a armar la estructura con postes, media sombra, sogas y una cadena humana. Arrean las vicuñas hasta la laguna dejándolas sin lugar de salida. En ese corral formado, los esquiladores se ocupan de sacar la lana con mucho cuidado.
Cuando se ha extraído la lana, los animales son liberados y vuelven a su vida libre y silvestre. Quienes participaron de la esquirla del Chaku realizan un pozo en la tierra muy grande para corpachar. Esto quiere decir darle de comer y beber a la tierra en agradecimiento a los recursos que ha ofrecido a la comunidad.
Esta práctica se desarrolla entre octubre y diciembre en distintas localidades de Catamarca. El Chaku representa, además, un modelo sustentable para la producción de prendas textiles catamarqueñas. Esta producción y su calidad son reconocidas por el mundo entero.
Ser Argentino