La Unión Internacional para la Protección de la Naturaleza (IUCN) incluye al durazno de la sierra –también conocido como durazno de campo– entre las especies de plantas más amenazadas. En ese contexto, un equipo de científicos cordobeses del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba, buscan recuperar esta especie mediante la inoculación de plantines con determinados hongos que favorecen la absorción de nutrientes.
De acuerdo a lo manifestado por una de las investigadoras, Antonela Becerra, el foco está puesto en la acción de los denominados hongos formadores de micorriza arbusculares o HFMA, los cuales son capaces de constituir una relación simbiótica con las raíces de gran parte de las plantas, creando micorrizas arbusculares, que consisten en unas estructuras que proporcionan un mayor nivel de absorción de fósforo, nitrógeno y otros micronutrientes del suelo.
En los ensayos efectuados por el equipo de científicos, los plantines de durazno de la sierra exhibieron una biomasa aérea dos veces mayor a los seis meses de ser inoculados con los hongos, a la vez que triplicaron el contenido de fósforo en comparación a los que no fueron inoculados.
La próxima etapa radica en la reforestación de esta especie autóctona de la Argentina, Perú y Bolivia en un predio de la Reserva Natural de Vaquerías, para lo cual se utilizarían 120 plantines de durazno de la sierra. Para esto, primero van a analizar el impacto de la inoculación con HFMA e diferentes condiciones de riego o fertilización.