Recientemente, la compañía sueca, Ikea, manifestó su objetivo de convertirse en “climate positive”, es decir lograr una ecuación positiva en la emisión de gases (reducir una cantidad superior a la producida). Una de las tantas propuestas que la empresa desarrolla es la de producir lechuga en containers. Aunque en una primera instancia la producción se destinará al consumo de los empleados, se prevé sumar lo cosechado a la oferta gastronómica de los restaurantes que posee la empresa. Esta iniciativa se empezó a desarrollar en las tiendas de Malmö y Helsingborg (Suecia).
“Existe la necesidad de encontrar mejores soluciones a la producción de alimentos saludables, utilizando menos tierras y agua”, sostuvo Catarina Englund, líder de Innovación y Desarrollo en Ingka Group, compañía que maneja la mayor parte de las tiendas Ikea a nivel global. “La agricultura urbana tiene el potencial de transformar la cadena alimenticia, así como también de producir comida fresca localmente; todo esto utilizando menos recursos naturales”.
Dentro de cada container, un sistema hidropónico alberga cuatro pisos de bandejas con hasta 3.600 plantas de lechuga. No se necesita ni tierra, ni pesticidas, ni herbicidas y, además, requiere un 90% menos agua que la huerta tradicional. Al igual que los locales de Ikea, el container utiliza energía renovable con la cual funcionan las luces LED que ayudan al rápido crecimiento de las plantas. Asimismo, los nutrientes que contribuyen al desarrollo de las lechugas provienen de residuos de los alimentos consumidos en los restaurantes.
Con este sistema, las plantas pueden cosecharse transcurridas las cinco semanas desde la siembra. El funcionamiento de esta huerta hidropónica, que utiliza deshechos alimenticios como nutriente, se puede resumir en los siguientes puntos:
“El objetivo es reconocer cómo optimizar y establecer las mejores prácticas y conceptos para huertas verticales dentro de las operaciones de Ikea”, sostuvo Englund. Además de lograr ser autosuficientes y sustentables, los vegetales tendrán el valor agregado de ser producidos localmente y de forma ecológica.