s conocida por ser una excelente fuente de vitaminas, nutrientes, magnesio, fósforo, fibra y ácido fólico. Lo mejor de todo, se adapta a distintas preparaciones realmente deliciosas. A continuación, conoce cómo se cultiva la coliflor y disfruta de sus propiedades en cualquier momento.
Las coliflores se dan en plantas que crecen en épocas de frío. Por lo tanto, uno de los aspectos que se debe tener en cuenta al plantarla es que no se acerque el verano o heladas. El cultivo de coliflor se inicia en almácigos o semilleros protegidos. Con una temperatura de 13 o 14 grados es posible que a la semana ya se encuentren germinando.
Cuando las plantas cuenten con tres o cinco hojas, se debe realizar el trasplante a terreno definitivo. El lugar debe ser abierto, soleado y la tierra debe retener la humedad. Lo ideal es que se entierren las raíces y el tallo, hasta llegar a las primeras hojas. Según la variedad de coliflor seleccionada, se necesitará un marco de plantación de 60 cm.
Para que la flor de la planta sea de gran tamaño y apetecible, es recomendable tener en cuenta los siguientes cuidados:
Mantener una temperatura entre los 16 y 22 grados centígrados. Se puede tener en lugares que llegue la sombra, aunque se desarrollará mejor en el sol. Para disfrutar de una flor blanca, se puede cubrir con hojas.
El aporte de agua debe ser abundante, no obstante, se debe evitar el encharcamiento.
La coliflor es sensible a plagas y enfermedades. Para combatirlo es prudente colocar algún método ecológico, por ejemplo, sembrar lavanda u otra planta aromática cerca.
La cosecha se lleva a cabo en los próximos 4 o 6 meses después del cultivo.
En conclusión, el cultivo de coliflor es muy sencillo para aplicarlo en el huerto del hogar. Puedes probar con algunas variedades y disfrutar de su rico sabor en preparaciones de estilo gourmet.
Grupo Lucas