as legumbres como arvejas y lentejas, a diferencia de los cereales, “dan la posibilidad de hacer otro sistema de rotación de cultivos”, así lo aseguró Gabriel Prieto, extensionista del INTA Arroyo Seco, Santa Fe, en una nota emitida en el noticiero agropecuario Pampero TV.
Para el especialista, “las leguminosas se destacan por tener la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, uno de los más importantes fertilizantes agregados”. En este sentido, señaló que “las variedades de la zona son de ciclo corto con un máximo de 115 días”. Este es muy importante si, por alguna razón, se decidiera llevar a cabo un maíz de segunda: ese nitrógeno incorporado al suelo permite reducir la cantidad de fertilizante a aplicar para ese cultivo de segunda y permite así lograr rendimientos más altos a un menor costo por hectárea.
Dado el ciclo corto del cultivo, tiene un bajo consumo de agua y permite anticipar la fecha de siembra unos 15 a 22 días de la soja de segunda en comparación con la soja de segunda sobre trigo. Entre las ventajas de hacer un margen de cultivo, Prieto señaló que “representa una diferencia de rendimiento estable a lo largo de los años de entre el 20 y el 25 %”
Para Prieto “son una opción complementaria a los cereales del invierno en la rotación en el uso del suelo, además de permitir contar con otro producto a comercializar, lo que da cierta estabilidad a la empresa agropecuaria”.
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