¿Qué posibilidades de mercado posee la lana de camélidos?

Al hacer referencia a las perspectivas que posee la producción de camélidos en Argentina, Carlos Poplavsky, productor de llamas y alpacas de la provincia de San Luis, y titular de la Asociación de criadores de esos animales destacó a El Semanario, que “el crecimiento es permanente. En realidad es un mercado que está demandante y no está satisfecho.”

Poplavsky primero explicó que “las llamas, alpacas y los guanacos son los tres camélidos que se pueden criar como ganadería, después está la vicuña que es el cuarto, pero en la actualidad está prohibida su cría, comercialización y tenencia.”

Con respecto a la producción de llamas, comentó que hoy las zonas de cría de ese animal están divididas en dos grandes regiones “la que tiene el mayor peso específico en cuanto a número de animales, que es toda la puna jujeña, catamarqueña y salteña; y la región que tiene la mejor genética y calidad de los animales que es toda la región de la llanura –Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos, San Luis, Santiago del Estero y Mendoza- donde hay muchos menos animales, pero mejor desarrollados genéticamente.”

Al hablar de cantidad de rodeo, indicó que “en la puna hoy debe haber unos 200 mil animales, y en el llano hay 5 mil aproximadamente.”

Agregar valor para obtener rentabilidad

El Semanario: ¿Cuáles son los beneficios de criar llamas, es una producción costosa?

Carlos Poplavsky: Todo lo contrario. Es la única ganadería autóctona de Sudamérica. Hay que tener en cuenta que cuando los españoles llegaron a América lo que había sobre todo eran llamas, que fueron fuente de proteínas de los pueblos originarios, fuente de transporte, de abrigo. En realidad lo que nosotros estamos haciendo, es la  reintroducción de una especie que fue salvajemente asesinada. Se calcula que en ese entonces había 70 millones de cabezas. Se trata de un animal sumamente inteligente, dócil, que aprende muy rápidamente la rutina de trabajo.

El Semanario: ¿Cómo es el fin comercial de llamas, se vende la lana solamente?

C.P. Si, la parte productiva de las llamas es la fibra, que luego se industrializa y se transforma en pulóveres, ponchos, etc. Primero se esquila la llama, luego se hila el vellón, se teje y lo que se vende es el producto terminado. 

El Semanario: ¿La indumentaria va al mercado interno, o también se exporta?

C.P: Ambas cosas.

El Semanario: ¿De qué volúmenes estamos hablando?

C.P: Los volúmenes que manejamos no son grandes, porque no hay grandes volúmenes de animales. Por eso la alternativa que le encontramos es ponerle mucho valor agregado. Eso nos permite tener una rentabilidad. En realidad las exportaciones son de pequeña escala, y a destinos muy puntuales. La indumentaria con tejido de llama se vende en boutiques en Bélgica, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá,  y Chile, pero son prendas exclusivas por su valor.

El Semanario: ¿Cuánto puede costar un poncho de llama en el extranjero?

C.P: Por ejemplo yo vendí 100 ponchos que fueron a las pistas de Aspen, en Colorado. El precio de venta era en pesos, pero allá se vendía en dólares. Lo que pasa es que tampoco hay una industria suficiente como para poder responder a una demanda más activa, hace poco vinieron de Alemania que querían comprar 4 mil boinas, pero no hay animales para responder a esa demanda. El pelo de llama, sin el valor agregado, puede valer 4 pesos el kilo.

El Semanario: ¿Ustedes trabajan para poder aumentar el rodeo?

C.P: Si, justamente acabamos de tener una reunión con un grupo de industriales que quieren traer unas máquinas italianas, para procesar fibras especiales, llama en mohair, y el problema que tenemos es que la producción argentina les alcanza sólo para dos meses de trabajo.

Así que esa es la gran meta y preocupación nuestra, buscamos la manera de conseguir aportes financieros para poder aumentar el rodeo. Eso es lo que está faltando, todo el resto de la tecnología está, como así también la demanda.

También otra idea, que queremos llevar adelante es transferir los embriones de alpacas -que estamos importando de Chile- a vientres de llamas, para reproducirlas más rápido. En eso estamos trabajando en un convenio con la Universidad de Buenos Aires. Como la alpaca en Argentina está extinta, estamos haciendo la reintroducción. Porque además la fibra de alpaca tiene otro marketing.

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