El precio de la carne porcina a nivel internacional sigue en aumento a causa de la fiebre porcina africana que azota a China, el mayor productor y consumidor de cerdo del mundo. Esa enfermedad está ocasionando la muerte de millones de animales, lo que se empieza a ver reflejado en la escasez del producto.
Steve Mayer, economista de la firma estadounidense Kerns And Associates, manifestó que los precios de la carne porcina en los mercados mayoristas de EE.UU aumentan sin cesar desde principios de marzo. La directora ejecutiva de Proteína Animal de la consultora Rabobank, Christine McCracken, coincidió: “Los precios mayoristas están subiendo, aunque siempre hay un retraso antes de que lleguen a los consumidores”.
Según las estimaciones, el incremento de las ventas a futuro de cerdo en Estados Unidos fue de entre un 20% y un 30% en los últimos dos meses; lo mismo ocurriría en países de la Unión Europea. En tanto, funcionarios del gobierno chino aseguran que los precios aumentarán hasta un 70% en el país asiático.
El problema principal es que no hay un exceso de producción de cerdo en el mundo como para lograr suplantar las pérdidas de China, que se empezarán a sentir más en la segunda mitad del año. Por ese motivo, los precios seguirán aumentando y el país asiático se verá obligado a importar mayor cantidad de carne aviar y bovina.
En lo que respecta a este último punto, varios países de América Latina pueden salir beneficiados si aprovechan la oportunidad. Tal es el caso de Brasil, que si bien se verá perjudicado por una caída en la demanda de soja, ya que China tendrá menos cerdos que alimentar, también puede verse favorecido a causa del mayor valor de la carne porcina y de otras carnes.
En ese sentido, la ministra de Agricultura del gigante sudamericano, Tereza Cristina Días, subrayó que el país va a vender proteína a “US$2.000 por toneladas, ya sea pollo, ternera o cerdo”, a la vez que destacó que pese a que disminuirán sus exportaciones de soja, agregarán valor.