Bariloche, en pleno corazón de Río Negro, es uno de los destinos turísticos más concurridos de la Argentina. Grupos de egresados, familias y extranjeros acuden tanto en invierno para disfrutar del Cerro Catedral, que posee una de las pistas de esquí más grandes del mundo, como en verano, cuando los paisajes enmarcados por el esplendor de sus lagos son capaces de enamorar a cualquiera que pise esas tierras.
Sin embargo, no es el único destino concurrido de la provincia. En verano, las playas de Las Grutas, situadas en el Golfo San Matías, sobre la costa atlántica de Río Negro, atraen miles de visitantes de todas partes del país. Contrario a lo que podría pensarse por ubicación geográfica, sus aguas son las más cálidas de la Argentina, ya que llegan a tener temperaturas de hasta 27ºC.
A la orilla de estas playas se practican distintos deportes, como beach vóley, básquet, fútbol, handball y judo, así como tenis de mesa, pruebas de atletismo y clases de gimnasia en los paradores. ¿La ventaja? En esta zona hay más de once horas de luz solar, por lo que sobra el tiempo para disfrutar a gusto.
Estas playas se encuentran a menos de cinco kilómetros de Las Grutas. Es un lugar ideal para realizar caminatas y cabalgatas. En sus inmediaciones se encuentran antiguas formaciones rocosas de color rojizo, debido a la presencia de feldespato; de allí proviene el nombre “Piedras Coloradas”.
A estos dos sitios se llega tras pasar por Piedras Coloradas y recorrer quince kilómetros entre los médanos a bordo de vehículos 4x4 –es el único medio de transporte que permite llegar hasta allí–. Se trata de una región de gran diversidad biológica: no solo sus acantilados son ideales para la pesca, sino que también se pueden observar muchas especies de flora y fauna.
En La Rinconada, a tan solo un kilómetro de Las Grutas, se puede pescar pejerrey, sargo y róbalo. San Antonio Oeste, por su parte, es una ciudad caracterizada por sus antiguas casas ferroviarias y por grandes galpones de acopio; además, cuenta con un muelle pesquero y un balneario con aguas muy tranquilas, ideales para la práctica de canotaje y windsurf.
A 45 kilómetros de Las Grutas se encuentra esta depresión natural de setenta metros bajo el nivel del mar, que posee una superficie de 328 kilómetros cuadrados y está rodeada de rocas precámbricas y jurásicas, sobre las cuales asoman sedimentos marinos terciarios. El blanco infinito del lugar transmite una sensación de paz. Sin dudas es una parada obligada en un viaje a Las Grutas.
Esta playa paradisíaca se halla en el interior de la Bahía San Antonio, a la que se llega desde el Puerto San Antonio Este. Además de sus aguas cristalinas, lo que más asombra es la tranquilidad que reina en este lugar. Esa calma es ideal para la práctica de buceo y snorkel, y la pesca.