n el mercado de prendas de vestir mundial, Perú se ha posicionado por la calidad de sus confecciones hecha a bases de fibra de alpaca. Esto porque el Perú posee más de 3 millones de alpcas, las cuales representa al menos el 80% de la especie en el planeta. Eso ha permitido que las exportaciones de este producto superen los US$ 200 millones al año, según cifras del Mincetur.
Sin embargo, Raúl Ortíz de Zevallos, presidente del Comité Textil de la Sociedad Nacional de Industrias de Perú, alertó de que actualmente ya se están empezando a comercializar en el mundo prendas de vestir hechas con fibra de alpaca procedente de China.
“Tenemos que estar alerta y seguir luchando de la mano con el Gobierno porque de otra forma no vamos a poder lograr la generación de trabajo de calidad para los peruanos. La alpaca la han llevado a determinadas zonas donde han reproducido la especie”, mencionó Ortiz de Zevallos.
Según explicó el representante del gremio industrial, en una reciente conversación con empresarios del sector textil se hizo referencia a las prendas de fibra de alpaca producidas en China. Esto, explica, lo considera una migración natural puesto que en el mundo se está cuestionando la fibra de cachemira por motivos ecológicos.
“Ya existen productos de fibra de alpaca chinos en el mundo. Eso es muy alarmante. Hoy en el mundo se está discutiendo la fibra de la cachemira por razones ecológicas. Por ello, lo natural es que vengan las fibras naturales de origen andino como es la fibra de la alpaca, vicuña, guanaco. Es por ello que hoy en día hay alpacas chinas. Nosotros tenemos la ventaja, pero debemos explotarla”, señala Ortiz de Zevallos.
Una nota publicada en el 2018 explica que en 2014 se importó una base de cría de 1,000 alpacas a China procedente de Australia. Esta base de alpacas fue distribuida en las zonas pobres del condado de Yangqu con la finalidad de que estas familias puedan generar mayores ingresos.
Así, explica el caso de la familia Liu, quienes ingresan un salario mensual aproximado de 449 dólares por los productos de lana y el turismo de observación de alpaca en la zona.
“En los próximos años, la base de cría de alpaca ampliará aún más su escala de reproducción mientras perfecciona el modo de gestión para ayudar a promover el trabajo de alivio de la pobreza”, señala la nota.
Se debe tener en cuenta que las alpacas viven en promedio 20 años y que son fértiles a partir de los tres años de vida. Desde aquel 2014 en que llegaron las alpacas a China, la población de los camélidos sudamericanos podría haber incrementado en el Asia.
"Si nos comienzan a sobrepasar países como la China o India que reciben beneficios de parte de sus Estados, llegará un momento en que no vamos a poder competir", menciona Ortiz de Zevallos, de la SNI.
Así, Ortiz de Zevallos menciona que las exportaciones de prendas de vestir han registrado una caída sostenida desde el año 2010. Sin embargo, en los últimos años se ha registrado una ligera recuperación que sitúa a las exportaciones de prendas de vestir cerca de los US$ 1,500 millones.
"La industria en general ha puesto mayor énfasis en atender determinados nichos muy selectos, aprovechando nuestras ventajas comparativas como es el caso de la fibra de alpaca. Ojalá lleguemos a US$ 1,500 millones. Sería un crecimiento ligero respecto del año pasado. Pero bastante menos de las que hemos tenido en otra época", señala Ortiz de Zevallos.
Con la finalidad de atender las problemáticas del sector textil, Ortiz de Zevallos considera que se debe retomar una Mesa Ejecutiva para el sector Textil - Confecciones de la mano del Ministerio de Producción, Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y el Ministerio de Trabajo.
Entre otras problemáticas, señala que las pymes textiles vienen siendo víctimas de la subvaluación de prendas de vestir importadas que, en muchos casos, se importan con valores menores al de la materia prima.
"Hoy, la importación de un quintal de camisas de algodón ingresa a un valor por debajo de lo que ingresa un quintal de algodón. Vienen productos de China, de Bangladesh, de la India. Ingresan a valores mínimo y eso les permite ingresar en el mercado informal donde compiten con los pequeños talleres, que son los que generan trabajo de calidad", sostiene el empresario textil.
Según sostiene, las aduanas no pueden luchar contra esta subvaluación por falta de normas técnicas que le permitan hacerlo.
“Se debería generar una norma de dólares por kilo. Esto significa que se debe considerar el precio internacional del algodón para la importación de una prenda. Definitivamente no puedes hacer una prenda con un costo muy por debajo del precio internacional del algodón. Eso es subvaluación”, indica.
Gestión