sa fue la consigna final que quedó como objetivo a promover por la Convención del Maíz de Córdoba, que ayer transitó su séptima edición. El evento fue también caja de resonancias de la problemática de la industria de biocombustibles: 4 de las 6 plantas de producción están hoy paralizadas, por no cumplirse los preceptos de la ley que les sirvió de plataforma para que se invirtiera en ellas y el congelamiento de pecios impuesto por el gobierno nacional, que las ha descolocado económicamente frente a costos variables.
El primer desafío fue planteado por el Secretario de Agricultura de Córdoba, Ing. Marcos Blanda, al resumir el desarrollo de la Convención y sus próximas metas.
El otro punto, fue un reclamo enfático del presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Cr. Juan Carlos Martínez, quién no dudó en sostener que la Secretaría de Energía de la Nación, en lugar de actuar con equidad contemplando el desarrollo de los combustibles originados en recursos renovables, procede en cambio con una muy ostensible simpatía y favoritismo hacia “los combustibles fósiles (de origen en el petróleo)”.
Martínez celebró la sanción de la Ley de Combustibles de Córdoba –producida mientras sesionaba la Convención CLIC AQUÍ- y contrastó la conducta del gobierno nacional con la del gabinete productivo de Córdoba, que se impulsó esa legislación.
“¿No sería inteligente que en el orden nacional se actuase aplicando la misma sinergía que en Córdoba y se pusiera equilibrio y ecuanimidad en los intereses sectoriales?”, interpeló el presidente de la BCCBA.
Los Ministros de la provincia de Córdoba que participaron del evento, coincidieron en sostener que la prórroga del actual régimen nacional de biocombustibles no es la alternativa apropiada para su desarrollo y abogaron, en cambio, por “una nueva ley”.
Eduardo Accastello se pronunció, además, por un incremento de la tasa de corte, actualmente del 12% con bioetanol para las naftas, llevándola progresivamente al 15 y luego al 20%.
La 7ma. Convención del Maíz es organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Bolsa de Cereales de Córdoba y la Sociedad Rural de Jesús María, y por primera vez contó con la participación de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Los ejes principales fueron la biomasa y la bioeconomía, como herramienta y concepto para encauzar las potencialidades de este cultivo en la Región Centro.
La apertura comenzó con palabras del presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Luis Magliano, y del intendente de esa ciudad, Luis Picat. Posteriormente, habló el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra; y el cierre fue con un mensaje del gobernador Juan Schiaretti, quien resaltó el hecho de que Córdoba “es la principal productora de maíz del país”, y que en ese marco el cultivo se convirtió en los últimos años “en una economía regional”.
El primer bloque fue el denominado Panel de Biomasa: aprovechamiento y potencialidades. Con la moderación del ministro de Servicios Públicos de Córdoba, Fabián López, la mesa contó con la participación de los ministros del Gabinete Productivo Provincial: Sergio Busso, de Agricultura y Ganadería; Eduardo Accastello, de Industria, Comercio y Minería; y Pablo De Chiara, de Ciencia y Tecnología. Por Santa Fe, llegó a Córdoba Daniel Costamagna, titular de la cartera de Producción santafesina; y finalmente su par de Entre Ríos, Juan José Bahillo.
Los temas principales estuvieron centrados en la importancia de generar las herramientas necesarias para aprovechar lo que el maíz como cultivo puede dar en valor agregado. “El maíz es sinónimo de evolución y esta convención evolucionó a base de la articulación público-privada”, dijo Sergio Busso.
Por otra parte, las normativas provinciales y nacionales ocuparon la escena: “La ley de biocombustibles de Córdoba es virtuosa por donde se la mire. Permitirá mejorar la competitividad, pero también el impacto ambiental”, finalizó el ministro.
Su par cordobés de Industria; Comercio y Minería, Eduardo Accastello, completó: “Necesitamos una nueva ley nacional de biocombustibles. No podemos esperar cuatro años más”. Y Pablo De Chiara puso énfasis en la posibilidad “de exportar conocimiento, y Córdoba tiene la capacidad de hacerlo. Hoy, en la agenda de la región, el maíz está en su ADN”.
Uno de los datos destacados de esta edición de la Convención, fue el bloque destinado a mostrar uno de los principales ejemplos de la bioeconomía y la economía circular en Córdoba: Las Chilcas, ubicado entre las localidades de Rayo Cortado y Villa de María de Rio Seco.
A través de una serie de videos se mostraron los procesos de trabajo en cada uno de los eslabones: producción agrícola, en particular maíz; producción porcina; producción bovina; generación de energía a través de biodigestor y producción de biocombustible. El secretario de Agricultura, Marcos Blanda, junto a Mario Aguilar Benítez, uno de los propietarios del establecimiento, fueron los encargados de presentar cada una de las Estaciones.
El tercer bloque, de corte más técnico, tuvo como objetivo poner foco en las potencialidades de cada provincia, vinculadas al maíz, pero con otro tipo de producciones.
El objetivo principal de la Convención es continuar potenciando las virtudes del cultivo, en materia de rotación, producción, industrialización, agregado de valor, generación de energía y transformación de proteínas vegetales en animales, entre otros aspectos.
Es por eso que una vez finalizada, y a diferencia de los años anteriores, en lugar de desarrollar un documento de conclusión, el secretario de Agricultura de Córdoba, Marcos Blanda, y el director regional de INTA Córdoba, Juan Cruz Molina, dejaron planteado el desafío de desarrollar, para principios del año que viene, la visión sobre el maíz hacia el año 2023, cuando se cumplirán 10 años de la Convención.
El cierre del encuentro virtual estuvo a cargo del presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Juan Carlos Martínez; de Alberto Morelli, presidente de MAIZAR; y del secretario de Agricultura, Ganadería y pesca de la Nación, Julián Echazarreta.
“El maíz, su potencia transformadora, las capacidades productivas de Córdoba, las posibilidades y su aprovechamiento es lo que nos llevamos hoy. Lo que pensamos hace 7 años como visión a 2020 prácticamente se ha cumplido: más maíz, normativas acordes, buenas prácticas. Como Bolsa de Cereales, tomamos la posta para encabezar el año que viene la organización de la octava convención”, expuso Juan Carlos Martínez.
Echazarreta dijo que “el maíz es la industria del campo y es el campo hecho industria”.
Sobre el cierre de la Convención, llegó la noticia de que la Legislatura Unicameral sancionó la ley de Promoción y Desarrollo para la Producción y Consumo de Biocombustibles y Bioenergía.
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