El grupo holandés GNT lanzó un colorante para alimentos de color azul intenso, elaborado con espirulina (un alga del género Arthrospira).
Realizar un colorante natural de este color siempre ha sido un desafío y, encima, la demanda está en aumento; los consumidores buscan cada vez más alimentos cuyos ingredientes no sean artificiales y puedan conocer la trazabilidad.
En 2017, GNT realizó una encuesta la cual dio como resultado que el 79% de los consumidores definen como ‘natural’ a los alimentos no elaborados con colorantes artificiales. Por eso, buena parte de las marcas alimenticias, a nivel mundial, han ido buscando alternativas naturales.
El color azul no solo atrae a nivel visual, sino que también se comprobó que genera un anticipo de sabor en los consumidores. Un estudio demuestra que el 90% de la gente se decide por la compra de un producto en base al color y la percepción de sabor que de este se deriva. Si el color es atractivo, es más probable que la compra se haga efectiva.