El control de los equipos de ordeño es una práctica difundida con el objetivo de conocer el estado de su funcionamiento, detectando fallas y evitando inconvenientes en su establecimiento lechero.
Frecuencia de chequeo
En equipos con tiempos normales de uso (2 ordeños/día de 2,5 hs/vez con lavado incluido), el tiempo entre chequeos debe ser de 4 a 6 meses, aumentándose la frecuencia de los mismos si se alargan los tiempos de ordeño.
Control diario
- Verificar que la aceitera de la bomba de vacío tenga suficiente cantidad de aceite para el ordeño.
- Al poner en funcionamiento el equipo, observar que el mismo “levante” el nivel de vacío normal. Para esto es importante que funcione correctamente el vacuómetro.
- Asegúrese que el sistema de pulsado funcione correctamente. De no ser así, verifique que haya arrancado o, en su defecto, revise que no estén tapados los filtros de las entradas de aire.
- Controle que estén destapados los aireadores (chiclers) de los colectores.
Control periódico
- Tensión de las correas de la/s bomba/s de vacío y motor/es eléctrico/s.
- Estado de los filtros, especialmente de regulador de vacío y filtrado de pulsado.
- Que se hayan cambiado las pezoneras según corresponda por el tiempo de uso.
- Estado de limpieza del equipo, revisando especialmente los lugares de más difícil acceso o limpieza.
- Al finalizar el mantenimiento es conveniente y necesario hacer un chequeo completo para verificar que el equipo de encuentre en óptimas condiciones de funcionamiento, dejando por escrito la correspondiente información en una Planilla de chequeo que especifique: mediciones, regulaciones y recomendaciones, entre otros puntos.
Control dinámico
Este chequeo se realiza ante una problemática evidente, como un elevado nivel de casos de mastitis y ordeños lentos e incompletos, entre otras. Con este control podrá determinarse el funcionamiento del equipo el ordeño, en el que intervienen la vaca “entregando” su producción, el ordeñador –ejecutando la tarea del ordeño mecánico– y un equipo en condiciones.
Es recomendable efectuar un chequeo dinámico al año o con mayor frecuencia de acuerdo a la intensidad de uso del equipamiento.
