nte ello, sugiere monitorear cada uno de los lotes para evitar daños significativos, sobre todo en la etapa de formación de grano.
Dicha información es posible ya que desde septiembre en adelante se realiza cada año, un seguimiento en las diferentes zonas de producción agrícola de La Pampa mediante un sistema de alerta basado en trampas de luz, implementado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos y el Ministerio de la Producción.
En esta oportunidad la mayor captura se produjo en la trampa ubicada en la zona de Anguil, seguida por la de General Pico, mientras que la captura acumulada en las de Miguel Riglos y de Realicó fue menor en todo el período.
Este monitoreo permite informar que la alta concentración de orugas se produjo en el mes de septiembre, lo que podría determinar daños tempranos en los cultivos.
El monitoreo y eventuales medidas de control deben tener en cuenta la correcta identificación de la plaga, el nivel de espigas dañadas por unidad de superficie y el estado fenológico del cultivo.
Informan además que el umbral de daño económico de referencia es de 5 espigas dañadas por metro cuadrado.
Se recomienda prestar atención a esta plaga en el seguimiento de lotes para evitar daños significativos en los cultivos de trigo y cebada.
La oruga desgranadora es una larva de la especie Faronta Albilinea que se alimenta de granos de trigo y cebada en etapa de llenado. Si bien se puede alimentar de hojas cuando es pequeña, el daño más importante se produce cuando el grano se encuentra en estado lechoso o pastoso.
El color de la misma varía de verde claro a marrón pajizo, dependiendo de la fuente de alimento que utiliza en cada momento.
El adulto es una polilla de hábitos nocturnos que puede ser atraída por trampas de luz.
Esta plaga se presenta todos los años en niveles variables.