Cocina, Cultura & Regiones / Culturas Culinarias

Seis restaurantes para disfrutar de lo mejor de la cocina judía

En los barrios porteños de Palermo y Once, varios restaurantes ofrecen la experiencia de disfrutar de los platos tradicionales judíos en ambientes tan originales como tradicionales

Seis restaurantes para disfrutar de lo mejor de la cocina judía
viernes 12 de junio de 2020
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a comunidad judía en la Ciudad Buenos Aires es bastante grande. Poco a poco, la cocina tradicional se está instalando en los rincones porteños como una nueva experiencia para conocer un poco más sobre los platos típicos.

En los barrios de Palermo y Once, son varios los restaurantes que ofrecen esta experiencia, con especialidades diferentes y sugerencias de los propios dueños para que los comensales no dejen de conocer las variedades gastronómicas que ofrecen.

 

Hola Jacoba

Hola Jacoba nació hace cuatro años en Palermo (Thames 1801), siendo el primer restó de comida judía en el barrio. “Queríamos que sea una etnia más dentro de un barrio donde hay otros tipos de comida: mexicana, americana, peruana”, cuenta Andrea, una de sus dueñas.

Según ella, las recetas que se hacen en su restaurante son las tradicionales de las abuelas, que dos veces por semana asisten al restó para supervisar que todo esté en orden. Todo es casero, desde las masas de los bocados hasta las paneras.

Hola Jacoba, uno de los platos más pedidos para compartir, incluye todas las delicias más tradicionales de la comida judía. La veggie contiene hummus, tabuleh, pasta de berenjenas, latkes de papa, falafel, knishes, sambuzak y bohios.

 

Benaim

Situado en el barrio de Palermo, en Gorriti 4015, es un gastropub de cocina callejera judía. En él pueden degustarse contundentes versiones de platos como pastrón, kebab, kippe, falafel, ensalada israelí, la musaka, shawarma de pollo, entre otros. Desde uno de sus patios, su drink truck estacionado ofrece cócteles, cerveza artesanal y jugos.

El ambiente es distendido. Cuentan con mesas comunitarias en sus patios y en el interior tienen mesas comunitarias y tradicionales. La decoración presenta macetas con vegetación, guirnaldas de luces, collages, esténciles y graffitis, y una paleta cromática de tonos cálidos y ocres que aluden a paisajes del Medio Oriente. Su fachada está compuesta por un gran mural realizado por el conocido artista Cabaio Spirito.

 

Mishiguene

Ubicado en Palermo (Lafinur 3368), fue elegido entre los 50 mejores restaurantes de cocina judía de América Latina. “Nos propusimos traer a la actualidad esas recetas olvidadas, esas que nuestras abuelas hacían cuando éramos niños y también las que jamás prepararon. Quisimos que Mishiguene sea una fiesta, como un casamiento judío pero sin el novio y la novia”, relatan sus fundadores.

Para las entradas, el plato sugerido por la casa son los Varenikes, unos ravioles de papa servidos con cebolla confitada y Schmaltz mit Gribenes (chicharrones de piel de pollo en manteca con cebolla frita). Otros imperdibles son: el hummus de remolachas, las verduras ahumadas, el falafel, los garbanzos fritos, y la espuma de labneh y huevo encurtido en vinagre de remolacha. De postre, baklava de pistachos, una crema de labneh tahina y miel, crema pastelera de miel, nube de nuez y crocante de miel.

 

Yafo

Hace siete años que este lugar de comida kosher israelí y sefaradí (turca) al paso se encuentra en el barrio de Once (Paso 747). “Nuestras especialidades son el shawarma y el falafel (israelí) y el lajmayin y la kipe (turca). Estos últimos dos son como empanaditas árabes muy típicas en la comunidad sefaradí del barrio”, destalló Leonel, uno de los dueños. Tanto sus shawarmas como el falafel y el pan lafa los preparan ellos, al igual que todos los aderezos para condimentar y acompañar la tradicional comida. Entre los dips ofrecen hummus, tabouleh, bazargán, babba ganoush, coleslaw y tahina. “Además, aunque no seamos una panadería, los viernes preparamos jalot –panes trenzados– para seguir con la tradición judía”, agregó.

 

Cantina Eretz

Se trata de una auténtica cantina israelí en pleno Palermo (Malabia 1583) que propone trasladarse por un rato a los sabores de la cocina judía. Un salón rústico con muebles reciclados espera a sus comensales para nutrirse de la mejor comida.

Como entrada, sugieren las salchichas Merguez, de elaboración artesanal, de carne de cordero y ternera combinada, especiada al estilo marroquí y con harissa picante casera, servidas con salsa tahina verde sobre colchón de tomates asados. Como plato principal, Shakshuka, una tradicional cazuela de salsa de tomates frescos especiados, con huevos guisados, coronada con tiernas láminas de berenjenas fritas y salsa tahina verde. Para el postre, sugieren dos: malabi, cremoso de leche fresca aromatizada con agua de azahar, servido con coco rallado, nueces y syrup de rosas rojas casero; y el kanafeh, un pastel de finos hilos de kadaif mantecoso, relleno de suave queso cremoso, cocinado a fuego lento y servido con syrup de almíbar casero y pistachos.

 

Ajim

Los hermanos Guido e Ignacio Aizenberg son unos chefs apasionados por la gastronomía de alto nivel. En su restaurante ubicado en Tucumán 2620, en el barrio de Once, ofrecen platos creados por ellos mismos, basados en su experiencia internacional con los fuegos.

Dentro de los platos sugeridos se encuentran: como entradas, el lajmayin –empanada turca rellena de carne–, el kipe relleno de carne, hummus –pasta de garbanzo– o babaganush –pasta de berenjena–; como platos principales, un hot pastrami –pastrón casero ahumado– y el shawarma de carne o falafel; y de postre, la tradicional Apple crumble.

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