Las opciones gastronómicas dentro de la provincia de Buenos Aires son amplias y variadas. Si bien existe una infinidad de restaurantes que se especializan en parrilladas, pastas, mariscos o alimentos de impronta nacional e internacional, muchas veces quienes buscan descontracturarse y vivir momentos de relax disfrutando de un buen plato de comida acuden a alguna pizzería gourmet que ofrezca napolitanas o fugazzetas de calidad en el marco de un ambiente reconfortante.
En el siguiente apartado, te contamos sobre cuatro nuevas propuestas que están dando que hablar y cada vez suman más adherentes:
1) Pony Pizza: es un take away que funciona como kiosco de pizzas y elabora sus productos a partir de ingredientes agroecológicos. Se ubica sobre una peatonal que se consiguió gracias a las obras del viaducto del Ferrocarril Mitre Ramal Tigre (Echeverría 1677, local 15, Belgrano), y es propiedad de Sebastián Lahera y el periodista Clemente Cancela.
“Nuestra idea fue hacer un hub donde el público se sintiera cómodo comiendo pizzas. Apenas arrancamos, cuando la obra todavía no estaba terminada, el local funcionaba como un lugar de culto porque era difícil de encontrar. Ese enigma ayudó a que nos estableciéramos dentro del mercado y consiguiéramos una excelente recepción”, detalla Lahera.
Dentro del negocio se distinguen elementos de última tecnología y muebles de lujo. Vale destacar que el tomate que se utiliza es biodinámico y llega a la cocina en el momento justo; lo mismo sucede con los quesos, los hongos y otras materias primas como hierbas y verduras.
La pizza es de masa madre, con corteza crocante e interior aireado. Como se elabora con fermento de trigo natural, se caracteriza por ser súper liviana. Según lo que comentan sus dueños, de los hornos sale un producto único que enlaza lo mejor de tres variedades emblemáticas: de la napolitana adopta los famosos 30 centímetros de diámetro y el borde aireado, crujiente e irregular; de la norteamericana, el tipo de horno; mientras que de la argentina toma el uso de productos locales.
Para acompañar la comida, Pony cuenta con una carta de vinos Ernesto Catena y variedad de cervezas. El plato recomendado es la afamada fungi, elaborada con salsa de tomate, mozzarella, hongos orgánicos de estación y perejillimón. También se aconseja probar la pizza verde de mozzarella, rabanitos orgánicos y labneh de yogurt ácido natural con aceite de oliva.
2) Piani by La Marguerite: el aspecto de esta pizzería puede resultarle familiar a los amantes de la pastelería La Marguerite (Villa Urquiza y Las Cañitas), ya que Piani (11 de Septiembre 2620, Nuñez) surgió de la fusión entre ambos locales. Ni bien uno accede, lo primero que llama la atención es la heladera de dulces compuesta por tortas, alfajores y budines, entre otras delicias. También adquiere relevancia la cafetera Simonelli Appia 2, con la que las baristas desarrollan todo tipo de infusiones.
Con un poco menos de protagonismo, aparece el horno pizzero, que elabora pizzas en cuatro tamaños especiales: pequeña, mediana, grande y pianetta, un formato individual propio de la casa. Se comercializan más de veinte variedades tradicionales y doce deluxe, entre las que sobresalen la Salmone, de mozzarella, rúcula, salmón ahumado, queso brie, aceite de oliva extra virgen y pimienta negra molida; y la Portobello, con mozzarella, portobellos frescos, salsa de tomate y queso parmesano gratinado.
La repostera Magdalena Marquevich es quien se encarga del sector pastelero, en tanto que Emilio Roldán y Marcelo Molezzi dirigen la parte pizzera. Está abierto desde las nueve de la mañana hasta la medianoche, de modo que quienes quieran degustar la carta, acompañada por cervezas artesanales Ortúzar o jugos naturales, podrán hacerlo en cualquier momento del día.
Cabe señalar que el horno de Piani no se utiliza exclusivamente para la elaboración de pizzas, ya que se aprovecha la textura crujiente que le da a los alimentos para darle un toque especial a pasteles de calabaza, tartas y tostados.
3) La Fina: es un proyecto iniciado por Tobías Jovenich y Francesco Larocca, hijos de los socios de Côte Café –un petit bistro tradicional del Bajo Belgrano–, quienes trabajaron arduamente para convertir el garaje continuo al local de sus padres en una pizzería de renombre (José Hernández 1395). El italiano Carlo Primo, oriundo de Rímini, es quien hace las veces de maestro pizzero, reemplazando levadura tradicional por levadura de cerveza.
La pizza es de estilo napolitano, con un leudado mínimo de 48 horas que hace que sea de fácil digestión y textura liviana: sigue la tradición de los 30 centímetros de diámetro, aunque se caracteriza por comerse doblada y con la mano.
Durante los fines de semana, se lanzan ediciones especiales como panzerottos, que son como unos calzones pequeños; focaccias rellenas y burratas. De todas formas, los productos más destacados son la Fumé, hecha con mozzarella ahumada, tomates y morrones asados, y la Mortadela & Pesto, cuyos ingredientes claves están mencionados en el nombre.
Para acompañar las pizzas se ofrecen vinos Loco de la bodega Tempus Alba, cervezas, espumantes y clásicos italianos como moscato y lemoncello. La carta de postres está compuesta por variedades de tiramisú y crostatta, una especie de Pasta Flora que en vez de dulce lleva Nutella. El local está abierto de jueves a domingo, desde el mediodía hasta la medianoche.
4) Orno: es un local regido por las tres B (bueno, bonito y barato), que utiliza el concepto de gran parte de las hamburgueserías bonaerenses: es cómodo y acogedor y no hace falta gastar de más para disfrutar de una buena comida. Ubicada en Olivos, (Corrientes 402), esta pizzería pertenece al Grupo Mezcla –propietario de Casa Cavia y La Panadería de Pablo, entre otros espacios– y fue ideado por Guadalupe García Mosqueda, quien como directora creativa viajó hasta Nápoles, donde estudió en la prestigiosa Associazione Verace Pizza Napoletana.
“Allí teníamos clases de ingredientes con los productores; venía el de tomates, por ejemplo, a hablarnos sobre el San Marzano; el de la harina, los de los quesos. Además, por la tarde aprendíamos técnicas de amasado, leudado y horneado en clases más prácticas”, recuerda.
El protagonista del salón es espectacular horno Grimaldi, traído especialmente desde Italia, que cocina a una temperatura de hasta 400 grados. El pizzero a cargo de la cocina es el peruano Renato Peralta, quien fermenta los bollos durante 72 horas para hacer una masa sabrosa que es crocante por fuera y suave por dentro. Las pizzas más pedidas son la Pepperoni, con mozzarella en barra ahumada, salsa de tomate, pepperoni y queso parmesano; y la Margarita, con mozzarella Fior Di Latte en barra fresca, salsa de tomate, albahaca y queso parmesano. Todas las opciones se comercializan en porciones de gran tamaño, siguiendo la tradición del egoísmo napolitano: una pizza por persona.
Orno cuenta con una rica carta de cocteles –elaborada por Lucas López Dávalos–, donde se destacan tragos como el Mi-To, hecho con Campari y Vermú Rosso, o el Negroni. Además, se ofrecen vinos jóvenes de productores pequeños como Traslapiedra y Livvera y helados artesanales.