L igeniero Luis Giménez, de la Subsecretaría de Infraestructura Hidráulica, dialogó con Grupo La Verdad sobre las obras que se están llevando a cabo en la Provincia. Hoy, hay 190 obras en ejecución que permitirán, una vez concluidas, alejar, al menos un poco, el fantasma de la inundación.
“Tenemos una Provincia con 300 mil kilómetros cuadrados de extensión, donde vive un tercio de la población del país. En estos cuatro últimos años de gobierno nos propusimos tener los planes maestros de intervención en cada una de las 64 cuencas que están en todo el territorio. El trabajo se ha hecho con financiamiento de la Nación y de organismos multilaterales, llevando a cabo más de 300 obras hidráulicas. Al día de hoy, tenemos otras 190 en ejecución. El monto de inversión global en este volumen de obras supera los 1.500 millones de dólares”, comenzó diciendo el funcionario.
Con una inversión de USD 676 millones, el Plan Maestro del Río Salado es la obra hidráulica y de protección de inundaciones más grande que se está realizando en todo el país. Se extiende sobre 55 municipios, beneficiará a 200 mil bonaerenses de manera directa y mejorará la calidad de vida de 1.4 millones de personas de manera indirecta. Una vez finalizados, los trabajos permitirán recuperar un millón de hectáreas en una de las zonas más productivas de Argentina.
Sus principales objetivos son adecuar, ensanchar y profundizar el cauce del río para permitir su escurrimiento y así reducir los impactos negativos que tienen las recurrentes inundaciones y sequías en la economía de la cuenca. Asimismo, permitirá preservar y desarrollar el valor ambiental especialmente de los humedales, los recursos hídricos y la calidad del suelo.
Giménez, manifestó que “además de lo que se está haciendo, hay que destacar las 57 obras que se realizaron en 2017, cuando fue la emergencia hídrica. De las 64 cuencas hídricas provinciales, tenemos trabajos realizados o en ejecución, en 7 de ellas, que impactan en más de 113 municipios y en 12 millones de personas. La más trascedente y de mayor inversión, y que tiene que ver con minimizar el exceso hídrico, es la obra del Río Salado. Ojalá podamos decir que con esto la Provincia dejaría de inundarse, pero sería mentir porque no está toda la obra hidráulica resuelta. Lo que sí se garantiza es la preservación de los cascos urbanos y facilitar el drenaje del agua, para que permanezca menos tiempo en los campos inundados y mejorar los ciclos productivos”.
Bien lo aclara Giménez, “esta es una obra largo plazo. El Río Salado tiene 600 kilómetros y nosotros vamos por la etapa IV, que va desde la Laguna Las Flores hasta Bragado. Esta obra es una política de Estado, hay que darle continuidad independientemente de quien gobierne, porque las cuencas requieren atención técnica y no oportunidad política. Estamos trabajando para seguir todavía con las etapas que faltan y asegurar un mejor futuro ante un exceso hídrico”.
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