Los food halls son patios de comida se desarrollan en viejas edificaciones y buscan generar una experiencia multisensorial. El primer espacio de este tipo fue el Time Out, que surgió en 2014 en Portugal. Este food hall fue visitado por 3,9 millones de personas, convirtiéndose en la atracción más importante de ese país. Su éxito rotundo llevó a exportar el formato a otras grandes ciudades del mundo. “Elegimos estas ciudades según un criterio: deben ser ciudades vibrantes con una escena gastronómica y cultural excitante, diversa y floreciente”, explicó Didier Souillat, CEO de Time Out Market. La proyección estima que para 2020 se instale en Boston, Chicago, Montreal, Dubai, Londres-Waterloo y Praga.
Según datos de NYC & Company, 65,1 millones de turistas visitaron esta ciudad en 2018. En constante crecimiento, la industria del turismo alrededor de la gran manzana está valuada en U$S68 billones y genera 400 mil puestos de trabajo. Dentro del circuito gastronómico y cultural de la ciudad se encuentra Time Out Market, un food hall ubicado en el Empire Stores, en Brooklyn.
Este antiguo edificio ofrece una selección de 100 platos diferentes firmados por chefs consagrados y nuevos talentos, como el ramen de Mr. Taka, la pizza de Juliana; la comida mexicana de Ivi Stark, de Dos Caminos, una esquina concurrida de Chelsea; las opciones a base de palta de Avocadería; o Jacob´s Pickles. El espacio fue pensado como un proyecto gastronómico y cultural que ofrece una experiencia y, al mismo tiempo, propone una “democratización del fine dining”, es decir, la posibilidad de disfrutar de una excelente comida en un ambiente relajado y con precios accesibles.
Entre otras propuestas originales que tiene la ciudad, se destaca Eataly -uno de los food halls más reconocidos de Mahattan- y Litlle Spain -un mercado de gastronomía ibérica ubicado en la zona de Hudson Yards, considerada como un museo arquitectónico a escala real-.
Time Out Market se encuentra en la zona de Lincoln Road, South Beach. Se trata de una combinación armónica de locales y turistas. El espacio fue diseñado por arquitectos locales, siguiendo el estilo de Morris Lapidus, quien definió la estética de Miami Beach. Cuenta con 18 restaurantes en toda la ciudad que ofrecen más de 100 platos, entre ellos: hamburguesas de Kush, carnes a la leña de Michel Beltran –restaurante de Coconut Grove–, la propuesta mexicana de Coyo Taco, la cubana del chef Alberto Cabrera y la cocina con inspiración coreana de Jeremy Ford. La propuesta gastronómica se complementa con una variada agenda cultural que incluye música en vivo, exposiciones de arte y eventos especiales.
Otra opción interesante es The Citadel, en Little River, un distrito de la ciudad que empieza a ganar protagonismo. “Es más que un food hall; se trata de un catalizador para la colaboración y de un espacio para la gastronomía, y los artesanos, músicos y líderes creativos, cuenta Nick Hamann, de la firma Urban Atlantic Group, propietaria del proyecto. Este espacio abierto y distendido resulta ideal para la interacción de las comunidades culinarias y creativas de Miami con los visitantes.