Ambiente Sustentable / Manejo de Pastizales

Los forrajes del Paraná: cuando ganadería y forestación potencian los rendimientos

Una iniciativa de la Fauba enriquece los pastizales del Delta y aumenta el alimento disponible para los animales en las islas

Los forrajes del Paraná: cuando ganadería y forestación potencian los rendimientos
martes 16 de junio de 2020

L

os productores isleños del Delta del Paraná logran duplicar la oferta anual de forraje. Junto con la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), incorporan pasto ovillo a los pastizales en búsqueda de mayores rindes. Los desafíos productivos de una región que, históricamente, se destacó por la forestación y por actividades agrícolas como el cultivo de frutas, hortalizas y mimbre.

En los últimos años, la ganadería bovina de la región pampeana comenzó a desplazarse hacia tierras lejanas, dada su falta de competitividad con cultivos agrícolas como la soja o el maíz. El Delta fue una de las zonas en donde se introdujeron estos animales y el espacio en el que los organismos técnicos estatales comenzaron a fomentar que este tipo de ganadería se combine con la ya presente silvicultura (cultivo, cuidado y explotación de montes forestales).

No obstante, como alternativa productiva, la combinación de la silvicultura con la ganadería no siempre resultó sencilla. Generalmente, la sombra que producen los árboles de las plantaciones adultas tiende a reducir la disponibilidad de pastos, restringiendo la cantidad de animales que los campos pueden sostener. Sumado a esto, los pastos que crecen bajo las plantaciones forestales son muy escasos durante el invierno.

Ante esta problemática, la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) desarrolló una técnica que permite duplicar la oferta anual de forraje incorporando pasto ovillo a los pastizales. En la misma dirección, recientes evaluaciones permitieron corroborar un considerable aumento en el número de animales de los establecimientos. “Ante esta situación, probamos enriquecer la cubierta vegetal con pasto ovillo (Dactylis glomerata), una gramínea perenne que tolera la sombra y que crece en otoño, invierno y primavera. Lo agregamos en plantaciones forestales que presentaban muy baja cobertura en su estrato más bajo. Logramos una productividad anual de 2.000 kilogramos por hectárea, un número más que interesante comparado con los 1.200 kg que alcanzamos sin pasto ovillo. Disponer de buen forraje en verano y en invierno es alentador para combinar la ganadería con la forestación en la isla; es decir, la producción silvopastoril”, destaca Patricia Cornaglia, docente de la Cátedra de Forrajicultura de la Fauba.

La idea no es reemplazar los pastizales, sino aumentar la cobertura vegetal en estos campos, reduciendo la erosión y la compactación del suelo del Delta.

El pasto ovillo es usado frecuentemente en sistemas silvopastoriles de Nueva Zelanda, país que comparte muchas condiciones productivas y ambientales con la Argentina. “Por eso, les propusimos a los productores probarlo en sus campos. Tras meses de trabajo en conjunto, pudieron ver los buenos resultados en sus propios lotes y los tomaron como una demostración de que se puede aumentar la cantidad de animales en el agroecosistema al reducir el bache invernal de alimento”, concluye la investigadora.

¡Envianos tus Contenidos!

Difundí tus Ideas, Conocimientos, Experiencias, Opiniones y Proyectos.


¡Juntos el Campo es más fuerte!











¡Juntos por la eliminación
de las Retenciones!

Te invitamos a contarle a todos los argentinos por qué es bueno eliminar las Retenciones.

¡Sumá tu Stand!

Publicá tu marca en la plataforma líder del agro y aumentá tus ventas hoy.

Recibí los mejores contenidos

Suscribite a nuestro Newsletter y sigamos agregando valor.

Agroempresrio

¡Contenidos que agregan valor!